Xiaomi abrirá una fábrica que producirá 300.000 coches al año en Pekín
Con una inversión prevista de 10.000 millones de dólares durante los próximos diez años, la fábrica espera estar plenamente operativa en 2024.
La corporación china, conocida sobre todo por su presencia en el mercado de los teléfonos móviles, ofreció nueva información sobre su proyecto para abrir una fábrica de coches eléctricos en la Zona de Desarrollo Económico y Tecnológico de Pekín.
De esta manera, se descartan los comentarios en torno a la posibilidad de que Xiaomi estableciera la planta en Hong Kong.
La empresa se ha comprometido a invertir 10.000 millones de dólares los próximos diez años en el desarrollo de esta planta, que en 2024 producirá 300.000 automóviles por año.
De los teléfonos inteligentes a los coches eléctricos
Xiaomi lanzó su primer teléfono inteligente en agosto de 2011, y desde entonces no ha dejado de crecer y de expandir sus intereses hacia otras áreas del mercado de productos electrónicos, como pulseras electrónicas, cargadores de batería, auriculares, tabletas, drones, y un largo etcétera.
En marzo de este año anunció su propósito de competir con Tesla y desarrollar coches eléctricos, en alianza con la empresa china Great Wall. Pero en noviembre anunció su proyecto de abordar este sector en solitario, y en Pekín.
Xiaomi no está sola en esta incursión en el sector automotriz; otras empresas chinas, como Didi (el Uber chino), o Baidu (el motor de búsqueda más popular en China), están incorporándose a este mercado en alianza estratégica con empresas como BYD Auto y Geely (la corporación china dueña de Volvo).
Una fábrica en dos etapas
Xiaomi planea construir la fábrica en la Zona de Desarrollo Económico y Tecnológico de Pekín en dos etapas: en la primera espera alcanzar una producción de 150.000 vehículos eléctricos, desarrollados con tecnología propia.
Y para 2024, en la segunda etapa y de acuerdo con lo previsto por el presidente de esta corporación, Lei Jun, la planta estará produciendo 300.000 vehículos.
La corporación tendrá también en Pekín la sede de su unidad de automóviles y las oficinas de ventas e investigación, y piensa utilizar su red de miles de tiendas en China, que actualmente venden principalmente teléfonos móviles, para la comercialización de los vehículos.
El mercado chino de los coches eléctricos
Xiaomi se incorpora de esta manera a un mercado actualmente en expansión y en el que China se ha vuelto un líder mundial.
A modo de ejemplo: Tesla ha anunciado una nueva inversión para ampliar su planta en Shanghái, que ya produce 500.000 vehículos al año, y Volskwagen proyecta una fábrica en la provincia de Anhui, con capacidad para producir anualmente 180.000 coches eléctricos.
China calcula que su producción de vehículos eléctricos para 2023 podría alcanzar los 13 millones de vehículos, una producción mayor que la suma de la producción de esta clase de coches en Estados Unidos, Alemania y Japón juntos.
De seguir así, y de acuerdo con una proyección realizada por UBS Securities, las empresas chinas para 2030 tendrán el 50 % del mercado mundial de vehículos eléctricos.
La corporación china, conocida sobre todo por su presencia en el mercado de los teléfonos móviles, ofreció nueva información sobre su proyecto para abrir una fábrica de coches eléctricos en la Zona de Desarrollo Económico y Tecnológico de Pekín.
De esta manera, se descartan los comentarios en torno a la posibilidad de que Xiaomi estableciera la planta en Hong Kong.
La empresa se ha comprometido a invertir 10.000 millones de dólares los próximos diez años en el desarrollo de esta planta, que en 2024 producirá 300.000 automóviles por año.
De los teléfonos inteligentes a los coches eléctricos
Xiaomi lanzó su primer teléfono inteligente en agosto de 2011, y desde entonces no ha dejado de crecer y de expandir sus intereses hacia otras áreas del mercado de productos electrónicos, como pulseras electrónicas, cargadores de batería, auriculares, tabletas, drones, y un largo etcétera.
En marzo de este año anunció su propósito de competir con Tesla y desarrollar coches eléctricos, en alianza con la empresa china Great Wall. Pero en noviembre anunció su proyecto de abordar este sector en solitario, y en Pekín.
Xiaomi no está sola en esta incursión en el sector automotriz; otras empresas chinas, como Didi (el Uber chino), o Baidu (el motor de búsqueda más popular en China), están incorporándose a este mercado en alianza estratégica con empresas como BYD Auto y Geely (la corporación china dueña de Volvo).
Una fábrica en dos etapas
Xiaomi planea construir la fábrica en la Zona de Desarrollo Económico y Tecnológico de Pekín en dos etapas: en la primera espera alcanzar una producción de 150.000 vehículos eléctricos, desarrollados con tecnología propia.
Y para 2024, en la segunda etapa y de acuerdo con lo previsto por el presidente de esta corporación, Lei Jun, la planta estará produciendo 300.000 vehículos.
La corporación tendrá también en Pekín la sede de su unidad de automóviles y las oficinas de ventas e investigación, y piensa utilizar su red de miles de tiendas en China, que actualmente venden principalmente teléfonos móviles, para la comercialización de los vehículos.
El mercado chino de los coches eléctricos
Xiaomi se incorpora de esta manera a un mercado actualmente en expansión y en el que China se ha vuelto un líder mundial.
A modo de ejemplo: Tesla ha anunciado una nueva inversión para ampliar su planta en Shanghái, que ya produce 500.000 vehículos al año, y Volskwagen proyecta una fábrica en la provincia de Anhui, con capacidad para producir anualmente 180.000 coches eléctricos.
China calcula que su producción de vehículos eléctricos para 2023 podría alcanzar los 13 millones de vehículos, una producción mayor que la suma de la producción de esta clase de coches en Estados Unidos, Alemania y Japón juntos.
De seguir así, y de acuerdo con una proyección realizada por UBS Securities, las empresas chinas para 2030 tendrán el 50 % del mercado mundial de vehículos eléctricos.
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