Theresa May advierte y exige concesiones para evitar Brexit de caos
Brexit de nuevo en un primer plano con días críticos. Regreso al punto crucial. Ningún avance por el momento entre el equipo del 10 de Downing Street y la Comisión Europea. El martes 12, nueva votación en la Cámara de los Comunes. En enero ya se rechazó al acuerdo firmado por la primera ministra con la Unión Europea.
Atención a las fechas. Porque tanto el Reino Unido como la Unión Europea se están aproximando a la fecha del 29 de marzo sin un acuerdo sellado y aprobado por la Cámara de los Comunes.
El punto crítico sigue centrado en lo denominado como la salvaguarda irlandesa:
1. Por parte de la Comisión Europea, se busca evitar la reinstauración de una frontera física entre la República de Irlanda -país miembro de la Unión Europea- y la provincia británica de Irlanda del Norte. Se quiere proteger el acuerdo de paz que en 1998 que puso a fin a décadas de sangriento conflicto.
2. En los Comunes, los diputados británicos más euroescépticos temen que esta salvaguarda deje al Reino Unido indefinidamente atrapado en una unión aduanera con la Unión Europea, impidiéndole negociar acuerdos comerciales con terceros países (Estados Unidos, Australia e India).
Theresa May decidió aumentar la presión sobre la Comisión Europea con un discurso lanzado desde la pequeña ciudad de Grimsby, en el noreste de Inglaterra, un puerto pesquero que votó en un 70% a favor del Brexit en el referéndum de junio de 2016.
Por su parte el jefe de los negociadores europeos, Michel Barnier, reaccionó desde Bruselas, afirmando que se trata de buscar resultados y no enzarzarse em muevos reproches.
Theresa May ha advertido a la opinión pública, y a los rebeldes euroescépticos del Partido Conservador, de los riesgos. El Banco de Inglaterra está subrayando que un Brexit sin acuerdo sumiría al país en una grave crisis económica, alza disparada del desempleo y la inflación, desplome de la libra esterlina y el precio de la vivienda y casi el 10% de reducción del PIB. Este escenario podría causar penuria de medicamentos, provocar atascos en los puertos e limitar los vuelos de las aerolíneas británicas.
Atención a los escenarios de última hora:
a) Si el Parlamento vuelve a rechazar el acuerdo, habrá dos votaciones consecutivas durante la próxima semana:
1. Una para decidir si el país quiere salir de la Unión Europea sin pacto.
2. Si tampoco se quiere una separación caótica, habrá otra votación para aplazar la fecha del Brexit.
b) Theresa May puede volver a intentar que se apruebe el acuerdo antes del 29 de marzo.
c) La cumbre europea del 21 de marzo podría ser clave para modificar el pacto de tal manera que pueda ser aprobado en los Comunes.
En este clima, el IBEX 35 cerró este viernes 8 en rojo, -1,30% y 9.129,30 puntos. Tormenta por las decisiones del Banco Central Europeo, inquietud con el derrumbe del 20% en las exportaciones de China, y preocupación por el freno en seco del empleo en Estados Unidos.
Atención a las fechas. Porque tanto el Reino Unido como la Unión Europea se están aproximando a la fecha del 29 de marzo sin un acuerdo sellado y aprobado por la Cámara de los Comunes.
El punto crítico sigue centrado en lo denominado como la salvaguarda irlandesa:
1. Por parte de la Comisión Europea, se busca evitar la reinstauración de una frontera física entre la República de Irlanda -país miembro de la Unión Europea- y la provincia británica de Irlanda del Norte. Se quiere proteger el acuerdo de paz que en 1998 que puso a fin a décadas de sangriento conflicto.
2. En los Comunes, los diputados británicos más euroescépticos temen que esta salvaguarda deje al Reino Unido indefinidamente atrapado en una unión aduanera con la Unión Europea, impidiéndole negociar acuerdos comerciales con terceros países (Estados Unidos, Australia e India).
Theresa May decidió aumentar la presión sobre la Comisión Europea con un discurso lanzado desde la pequeña ciudad de Grimsby, en el noreste de Inglaterra, un puerto pesquero que votó en un 70% a favor del Brexit en el referéndum de junio de 2016.
Por su parte el jefe de los negociadores europeos, Michel Barnier, reaccionó desde Bruselas, afirmando que se trata de buscar resultados y no enzarzarse em muevos reproches.
Theresa May ha advertido a la opinión pública, y a los rebeldes euroescépticos del Partido Conservador, de los riesgos. El Banco de Inglaterra está subrayando que un Brexit sin acuerdo sumiría al país en una grave crisis económica, alza disparada del desempleo y la inflación, desplome de la libra esterlina y el precio de la vivienda y casi el 10% de reducción del PIB. Este escenario podría causar penuria de medicamentos, provocar atascos en los puertos e limitar los vuelos de las aerolíneas británicas.
Atención a los escenarios de última hora:
a) Si el Parlamento vuelve a rechazar el acuerdo, habrá dos votaciones consecutivas durante la próxima semana:
1. Una para decidir si el país quiere salir de la Unión Europea sin pacto.
2. Si tampoco se quiere una separación caótica, habrá otra votación para aplazar la fecha del Brexit.
b) Theresa May puede volver a intentar que se apruebe el acuerdo antes del 29 de marzo.
c) La cumbre europea del 21 de marzo podría ser clave para modificar el pacto de tal manera que pueda ser aprobado en los Comunes.
En este clima, el IBEX 35 cerró este viernes 8 en rojo, -1,30% y 9.129,30 puntos. Tormenta por las decisiones del Banco Central Europeo, inquietud con el derrumbe del 20% en las exportaciones de China, y preocupación por el freno en seco del empleo en Estados Unidos.
Compartir en: