Sánchez rompe con el PSOE de González y Zapatero y ningunea al Senado

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El Gobierno de Pedro Sánchez debía aprobar de nuevo la senda de déficit tras el rechazo del Congreso de los Diputados a los objetivos propuestos el pasado mes de julio. 

Factura definitiva a un Gobierno de extrema fragilidad de 84 diputados. Pedro Sánchez renunció a aprobar la senda de estabilidad en el Consejo de Ministros de este viernes 24 de agosto. Busca evitar que el Partido Popular (PP) pueda vetar en el Senado estos objetivos de déficit. Supone el incumplimiento de la Ley Orgánica de Estabilidad que obligaba al Gobierno a remitir la senda de déficit al Congreso de los Diputados antes del 27 de agosto.

Pedro Sánchez finalmente renunció a aprobar en el Consejo de Ministros la senda de déficit y de deuda para el período 2019-2021 y el límite de gasto no financiero para los Presupuestos de 2019 tras el acuerdo alcanzado con Unidos Podemos para modificar la Ley de estabilidad presupuestaria.

Precisamente, acabar con el poder de veto del Senado, donde el PP cuenta con mayoría absoluta, ha sido una de las exigencias de Unidos Podemos para apoyar, esta vez sí, la senda de estabilidad. El compromiso del Gobierno es no someter a votación la senda de estabilidad presupuestaria hasta lograr la modificación de esta ley orgánica. 

Atención a una cuestión de excepcional importancia. El pacto del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con la izquierda anticapitalista supone la ruptura con la socialdemocracia de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. El PSOE abandona la centralidad para girar a la izquierda radical en un nuevo escenario político: PP (partido conservador, derecha), PSOE (izquierda radical), Ciudadanos (centro político) y Podemos (izquierda neocomunista y anticapitalista).

Un error grave de Pedro Sánchez. Fue José Luis Rodríguez Zapatero quien quiso dignificar al Senado asistiendo a los plenos de control. Trató de convertirlo en una Cámara territorial. Oficializó el Senado como sede de las conferencias de presidentes autonómicos.

Despreciar al Senado por parte de Pedro Sánchez (el pacto de PSOE y Podemos) es una indignidad política basada en el oportunismo. Se convierte además en una auténtica deriva totalitaria impropia de una democracia. Pedro Sánchez provocó una moción de censura con el objetivo de convocar elecciones. Sin embargo está forzando la legislación y las instituciones hasta extremos que no son asumibles.
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