El salvaje asesinato de Jamal Khashoggi golpea al rey Salmán y al príncipe MBS
Jamal Khashoggi pertenecía a una ilustre dinastía de origen turco, los Khashoggi. Fue Mohamed Khashoggi la persona de confianza y médico personal de Abdulaziz Bin Saud, el fundador de la Casa Saud, el arquitecto de Arabia Saudí. El salvaje asesinato del periodista Jamal Khashoggi, un brutal escándalo internacional que impacta y concierne al rey Salmán y su heredero, Mohamed Bin Salmán (MBS).
En la saga de los Khashoggi, Adnan Khashoggi, el poderoso traficante de armas. También Samira Khashoggi, la madre de Dodi al Fayed, el novio de la princesa Diana de Gales.
Jamal Khashoggi mantuvo una estrecha relación con la élite saudí. Consejero del príncipe Turki al Faisal, exjefe de la inteligencia de Arabia Saudí, en su etapa como embajador en Londres. Conocía bien al rey Salmán. Apoyó algunas medidas de quien fue designado su sucesor, Mohamed Bin Salmán (MBS), pero era a la vez su severo crítico tras su exilio. Sus columnas en The Washington Post fueron implacables exigiendo un marco de libertad.
En Ankara, las pruebas apuntan cada vez más cerca al príncipe heredero de Arabia Saudí. El ministro de Justicia aseguró que el informe de la investigación estará listo en breve tras el registro del consulado y la residencia del cónsul de Arabia Saudí en Estambul. Donald Trump admitió por primera vez que probablemente está muerto amenazando con represalias. Estados Unidos se sumó a la decisión de Reino Unido, Francia y Holanda de no asistir a un foro económico en Arabia Saudí.
En su última columna en The Washington Post, el periodista subrayó que lo que más necesita el mundo árabe es libertad de expresión. El 1 de octubre, un día antes de desaparecer en el Consulado de Arabia Saudí en Estambul, Jamal Khashoggi envió la que sería su última colaboración al Legacy Media de Jeff Bezos.
Jamal Khashoggi accedió el pasado 2 de octubre al consulado de Arabia Saudí en Estambul para realizar un trámite. Arabia Saudí asegura que desconoce lo ocurrido al periodista, que era columnista de The Washington Post.
Pero Turquía dice tener pruebas de que habría sido asesinado y descuartizado en una operación macabra en la que participaron hasta 15 agentes enviados desde Riad, algunos cercanos al príncipe heredero. Estados Unidos ha pedido a Turquía que comparta sus pruebas.
En la saga de los Khashoggi, Adnan Khashoggi, el poderoso traficante de armas. También Samira Khashoggi, la madre de Dodi al Fayed, el novio de la princesa Diana de Gales.
Jamal Khashoggi mantuvo una estrecha relación con la élite saudí. Consejero del príncipe Turki al Faisal, exjefe de la inteligencia de Arabia Saudí, en su etapa como embajador en Londres. Conocía bien al rey Salmán. Apoyó algunas medidas de quien fue designado su sucesor, Mohamed Bin Salmán (MBS), pero era a la vez su severo crítico tras su exilio. Sus columnas en The Washington Post fueron implacables exigiendo un marco de libertad.
En Ankara, las pruebas apuntan cada vez más cerca al príncipe heredero de Arabia Saudí. El ministro de Justicia aseguró que el informe de la investigación estará listo en breve tras el registro del consulado y la residencia del cónsul de Arabia Saudí en Estambul. Donald Trump admitió por primera vez que probablemente está muerto amenazando con represalias. Estados Unidos se sumó a la decisión de Reino Unido, Francia y Holanda de no asistir a un foro económico en Arabia Saudí.
En su última columna en The Washington Post, el periodista subrayó que lo que más necesita el mundo árabe es libertad de expresión. El 1 de octubre, un día antes de desaparecer en el Consulado de Arabia Saudí en Estambul, Jamal Khashoggi envió la que sería su última colaboración al Legacy Media de Jeff Bezos.
Jamal Khashoggi accedió el pasado 2 de octubre al consulado de Arabia Saudí en Estambul para realizar un trámite. Arabia Saudí asegura que desconoce lo ocurrido al periodista, que era columnista de The Washington Post.
Pero Turquía dice tener pruebas de que habría sido asesinado y descuartizado en una operación macabra en la que participaron hasta 15 agentes enviados desde Riad, algunos cercanos al príncipe heredero. Estados Unidos ha pedido a Turquía que comparta sus pruebas.
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