Preocupación por la caída de la rentabilidad de la vivienda de alquiler. (Foto: freepik.es)

La rentabilidad de la vivienda en alquiler cae

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Según el portal Idealista, la rentabilidad de la vivienda en alquiler cae y el producto más rentable es el de oficinas, seguido de locales, viviendas y garajes.

Durante el último año, y debido al cambio drástico que se ha vivido en el mundo por el confinamiento obligatorio y la pandemia del covid-19, los mercados han sufrido variaciones importantes.

La rentabilidad bruta que se obtiene por comprar una vivienda y ponerla en alquiler ha bajado en 2021 hasta el 7,1 %, en comparación con el retorno de 8,2 % que ofrecía en el segundo trimestre de 2020. Aunque sigue siendo superior hasta por 13 veces a las tasas que ofrecen los Bonos del Estado a 10 años, que corresponden a un 0,5 %.

Sin embargo, comprar una oficina y alquilarla tiene una rentabilidad bruta de 11,4 %; los locales cuentan con un rendimiento de 9,4 % y los garajes (situados de último) un 6,5 %.

La rentabilidad de la vivienda en alquiler cae, así, sobre todo en Madrid y Barcelona, entre un 10 y un 20 %, y en Valencia entre 10 y 15 %.

Según expertos, este desplome se debe a un abaratamiento de los precios de las rentas enfrentados a los de compra durante el primer trimestre de 2021, en comparación con el mismo periodo de 2020.

De este modo, Valencia se erige con una rentabilidad bruta del 5,8 %, Madrid con 4,8 % y Barcelona con 4,5 %, siendo la más baja de las tres.

En la Ciudad Condal ninguno de sus distritos registra más del 6 % de rentabilidad, mientras que en Valencia son 10 los distritos con un índice superior al 6 % y en Madrid son 5 %.

Razones de la baja rentabilidad

Una de las principales razones de por qué la rentabilidad de la vivienda en alquiler ha caído es que los precios de los alquileres han experimentado una rebaja debido al impacto del covid-19.

La mayor caída de la rentabilidad se ha registrado en las áreas céntricas de estas tres ciudades, donde incluso las reducciones alcanzan los dos dígitos. La razón es que en estas zonas es donde se ha producido un mayor abaratamiento de los alquileres.

Estudiando con más profundidad el fenómeno, salta a la vista que la caída de los precios se debe a que por la pandemia el mercado turístico bajó drásticamente, y los pisos dedicados al alquiler turístico migraron al alquiler tradicional.

Por otra parte, muchos inquilinos se dieron cuenta de que con el teletrabajo sus necesidades de vivienda cambiaron, y se han decidido por pisos más grandes, con terraza o piscina, y alejados del centro.

El resultado es que hay de hecho una mayor disponibilidad de viviendas en las zonas céntricas de Madrid, Barcelona y Valencia, lo que supone alquileres más bajos en comparación con los que podrían obtenerse producto del turismo.

También hay que señalar que los tipos de interés que se aplican a préstamos para compra de viviendas han disminuido cerca de un 20 % interanual –un mínimo histórico– con condiciones que no han cambiado, sin importar si es a plazos, cuantía o garantía.

Y habría que añadir que uno de los efectos de la pandemia es que los españoles tuvieron en 2020 la tasa de ahorro más alta desde 1999.
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