Sánchez planea reducir progresivamente el número de horas trabajadas a la semana. (Foto: @carmencalvo_)

Reducir la jornada laboral a 35 horas, el objetivo de Pedro Sánchez

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El Gobierno plantea "reducir progresivamente el número de horas trabajadas a la semana" para alcanzar en 2050 niveles similares para alcanzar en 2050 niveles similares a los de la UE-8, que actualmente está en 35 horas semanales frente a las casi 40 de España. Así figura en el objetivo 43 del documento España 2050 y en el que en paralelo se pone también como objetivo reducir la tasa de paro al 7%.

El documento, presentado por el presidente Pedro Sánchez, explica los objetivos a cumplir en períodos de diez años, de tal manera que en 2030 se trabajaran las 37 horas semanales, en 2040 36 y en 2050 35.

El elevado ratio de desempleo estructural es otro de los focos de análisis del texto, que se fija como objetivo rebajar la tasa de paro desde el 18% actual, al 12% en el año 2030, el 10% en 2040 y el 7% en 2050. En cuanto al paro juvenil, uno de los problemas más acuciantes de nuestra economía, se propone rebajarlo al 14% en 2050 desde el 40% que registra actualmente.  

En lo que se refiere al empleo, se propone elevar hasta el 80% su tasa desde el 62% actual y que éste llegue a todas los territorios y colectivos, "especialmente en aquellos que hoy presentan una tasa de inserción laboral inferior a la UE-8: jóvenes, mujeres y mayores de 55 años". 

Esta es la herramienta con la que el Ejecutivo se plantea combatir "el efecto negativo del envejecimiento demográfico", que se cifra en la pérdida de 2,5 millones de ocupados, "e incrementar el número de personas ocupadas en 1,5 millones respecto al nivel de 2019".

El escenario que dibuja el Ejecutivo para la mitad de siglo es totalmente diferente al que actualmente sufre la población española. "Es una meta difícil, pero factible", pues asegura que este aumento de empleo "es el mismo aumento que ya registramos en los 30 años anteriores a la crisis de 2008".

España contó con el impulso dado por una inmigración ("entre 1998 y 2007 España recibió 3,8 millones de inmigrantes y la tasa de empleo aumentó en 17 puntos") que ahora "languidece". Así lo reconoce también el Gobierno

"Para limitar la reducción de su fuerza de trabajo, España deberá acoger e integrar a cientos de miles de personas inmigrantes de aquí a 2050, logrando, como mínimo, un saldo migratorio superior a las 191.000 personas cada año. Si podemos integrar a más, mejor. (...) Si se gestiona bien, la llegada de esa población extranjera a nuestro país tendría efectos eminentemente positivos. La evidencia empírica demuestra que el aumento de la inmigración no produce un incremento del desempleo, al tiempo que sí beneficia a la economía", indica el texto. 

Según señala, "en un primer momento, esta prestación deberá dirigirse a todas aquellas familias que se encuentran en situación de riesgo de pobreza, pero no cumplen los requisitos para acceder al IMV. Posteriormente, deberá ampliarse al resto de familias del país, tal y como ya se hace en la mayoría de los Estados europeos". 
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