El poder del grupo Visegrado frente al eje París-Berlín en las decisiones en Bruselas

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Sorpresa del polaco Donald Tusk a la fortaleza exhibida por el grupo Visegrado -la coordinación política de Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia- frente al eje París-Berllín.

El grupo Visegrado (V4) está mostrando una coordinación política y económica muy relevante en lo que se ha convertido en cuestión delicada. Para el sucesor de Jean-Claude Juncker (sea quien sea) va a representar un desafío que exigirá tacto y prudencia.

El V4 irrumpió como lobby en las negociaciones para la elección de la nueva cúpula de la Unión Europea: Presidencia de la Comisión Europea (primer ministro), Presidencia del Consejo Europeo (jefe de Estado), Presidencia del Parlamento Europeo, Alto Representante de Política Exterior (ministro de Exteriores), y Presidencia del Banco Central Europeo.

Reformulado en el mapa de la nueva Europa, el V4 toma su nombre de la reunión en 1335, en la fortaleza de Visegrado, del rey Carlos Roberto de Hungría con el rey Casimiro III de Polonia y al rey checo Juan I de Bohemia. El actual V4 nació en 1991 impulsado por Václav Havel y Lech Wałęsa.

Angela Merkel y Emmanuel Macron cerraron en las orillas de la cumbre del G20, con el apoyo de Holanda y España, un pacto para desplazar de la presidencia de la Comisión Europea al Partido Popular Europeo PPE). El acuerdo suponía el nombramiento del holandés Frans Timmermans a la Presidencia de la Comisión Europea.

Donald Tusk en sus consultas previas en la tarde del domingo en Bruselas presentó este plan. Encalló en la cumbre extraordinaria del Consejo Europeo por la oposición del V4. Supuso sobre todo una tormenta de críticas para Angela Merkel. Acabado el 30 de junio sin acuerdo, el suspense volvió a Bruselas.

Existe además una tormenta en el Partido Popular Europeo (la primera fuerza política de la Unión Europea. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha remitido una carta al presidente del PPEJoseph Daul, advirtiendo del error histórico que se puede cometer.

"No, Frans Timmermans no es un candidato de compromiso. Divide a Europa y no entiende a Europa central, no entiende a los países que afrontan la crisis postcomunista", la posición del primer ministro polacoMateusz Morawiecki. El primer ministro irlandés, Leo Varadkar -el país que ve al Brexit como cuestión esencial-  apuntó que Timmermans generaría "una mayor división entre este y oeste".

Atención a una crisis compleja política y económica. Angela Merkel esta atenta a las posiciones del grupo de Visegrado. Emmanuel Macron en cambio no tiene ninguna sensibilidad. 
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