El Plan de Pedro Sánchez para desarrollar el coche eléctrico
El Gobierno invertirá 4.300 millones de euros en el primer Perte (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) con cargo a los fondos europeos para el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado. Un plan que ya adelantó hace un año Pedro Sánchez.
Así, el presidente del Ejecutivo afirmó que se trata de generar "un ecosistema de fabricación del vehículo eléctrico para desarrollar una industria del automóvil innovadora, con fuerte capacidad tractora sobre otros sectores".
El presidente del Gobierno detalló que la inversión pública es "histórica" (4.295 millones de los fondos Next Generation) pero que se estima que la inversión inducida en el sector privado alcance los 19.714 millones de euros en el periodo 2021-2023, unas cifras "gigantescas y formidables" para responder a la transformación del sector del automóvil.
Según Sánchez, además de cambiar nuestra forma de viajar, nuestros paisajes y el aire que se respira en las ciudades, este plan va a permitir que 2021 pase a la historia como el año en que España arrancó el "gran proyecto" de convertirse en el "hub europeo de la electromovolidad".
También va a tener efectos en la extracción de materias primas como el litio, en el desarrollo y fabricación de motores eléctricos, en la producción de baterías eléctricas y de pila de combustible de hidrógeno, en el vehículo conectado y en las infraestructura de recarga del vehículo eléctrico.
El principal objetivo de este proyecto estratégico es que España, segundo fabricante de vehículos de Europa y noveno del mundo a pesar de no contar con ninguna casa matriz, mantenga su liderazgo una vez superada la era de los vehículos de combustión (gasolina y gasóleo) con los coches híbridos, enchufables y eléctricos.
Sánchez estimó que el Perte servirá para que la contribución del sector del automóvil se eleve hasta un 15 % del PIB en el año 2030 y contribuirá a generar empleo en la industria auxiilar. También ha detallado que se pondrá en marcha una academia para las baterías que formará a unas 150.000 personas en el desarrollo de estos dispositivos.
Del mismo modo, apuntó que con este plan se pretende cambiar la percepción de los ciudadanos de que el coche eléctrico es "un producto sofisticado al alcance de unos pocos". Así, se prevé que para 2023 se pueden alcanzar los 250.000 vehículos eléctricos matriculados y que haya entre 80.000 y 110.000 puntos de recarga desplegados en toda España.
Según palabras del propio Gobierno, el plan supondrá una fuerte transformación el país ya que tendrá un impacto territorial "formidable", en una España que cuenta con "17 fábricas repartidas por diez comunidades autónomas y que impulsarán una gran de red de proveedores, actualmente formada por unas mil empresas". En cuanto al impacto sobre el empleo, podría alcanzar los 142.000 puestos de trabajo, según el documento del plan.
Cabe recordar que el sector del automóvil ha sido uno de los más afectados por el coronavirus, según sus previsiones no esperan que el mercado se recupere completamente hasta el año 2023, pero defienden que han mantenido el empleo durante la pandemia en las fábricas españolas.
Así, el presidente del Ejecutivo afirmó que se trata de generar "un ecosistema de fabricación del vehículo eléctrico para desarrollar una industria del automóvil innovadora, con fuerte capacidad tractora sobre otros sectores".
El presidente del Gobierno detalló que la inversión pública es "histórica" (4.295 millones de los fondos Next Generation) pero que se estima que la inversión inducida en el sector privado alcance los 19.714 millones de euros en el periodo 2021-2023, unas cifras "gigantescas y formidables" para responder a la transformación del sector del automóvil.
Según Sánchez, además de cambiar nuestra forma de viajar, nuestros paisajes y el aire que se respira en las ciudades, este plan va a permitir que 2021 pase a la historia como el año en que España arrancó el "gran proyecto" de convertirse en el "hub europeo de la electromovolidad".
También va a tener efectos en la extracción de materias primas como el litio, en el desarrollo y fabricación de motores eléctricos, en la producción de baterías eléctricas y de pila de combustible de hidrógeno, en el vehículo conectado y en las infraestructura de recarga del vehículo eléctrico.
El principal objetivo de este proyecto estratégico es que España, segundo fabricante de vehículos de Europa y noveno del mundo a pesar de no contar con ninguna casa matriz, mantenga su liderazgo una vez superada la era de los vehículos de combustión (gasolina y gasóleo) con los coches híbridos, enchufables y eléctricos.
Sánchez estimó que el Perte servirá para que la contribución del sector del automóvil se eleve hasta un 15 % del PIB en el año 2030 y contribuirá a generar empleo en la industria auxiilar. También ha detallado que se pondrá en marcha una academia para las baterías que formará a unas 150.000 personas en el desarrollo de estos dispositivos.
Del mismo modo, apuntó que con este plan se pretende cambiar la percepción de los ciudadanos de que el coche eléctrico es "un producto sofisticado al alcance de unos pocos". Así, se prevé que para 2023 se pueden alcanzar los 250.000 vehículos eléctricos matriculados y que haya entre 80.000 y 110.000 puntos de recarga desplegados en toda España.
Según palabras del propio Gobierno, el plan supondrá una fuerte transformación el país ya que tendrá un impacto territorial "formidable", en una España que cuenta con "17 fábricas repartidas por diez comunidades autónomas y que impulsarán una gran de red de proveedores, actualmente formada por unas mil empresas". En cuanto al impacto sobre el empleo, podría alcanzar los 142.000 puestos de trabajo, según el documento del plan.
Cabe recordar que el sector del automóvil ha sido uno de los más afectados por el coronavirus, según sus previsiones no esperan que el mercado se recupere completamente hasta el año 2023, pero defienden que han mantenido el empleo durante la pandemia en las fábricas españolas.
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