Plan B del Brexit, la semana de fuego de Theresa May

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La semana que abre este lunes 21, Blue Monday, verdaderamente lunes de melancolía, tiene cuatro frentes -una semana de fuego- para Theresa May, embarcada ahora en el Plan B del Brexit:

1. Se está abriendo una crisis constitucional en la que Wesminster (el Parlamento, el Poder Legislativo) trata de arrebatar al 10 de Downing Street (el Gobierno, el Poder Ejecutivo) el control del proceso del Brexit.

2. Existe una rebelión y fuerte controversia dentro del propio Gobierno de Theresa May.

3. A la vez hay una rebelión y fuerte enfrentamiento dentro del Partido Conservador (los tories). Las bases del partido se sienten traicionadas ante lo que considera un pasteleo para evitar el Brexit a pelo, a las bravas.

4. Finalmente Theresa May se enfrenta a las serias reticencias que hay en Bruselas, en la Comisión Europea, a reabrir una negociación que ha costado cerrar más de dos años. Donald Tusk y Jean-Claude Juncker han advertido a la primera ministra que el punto final se escribió.



¿Como salir de estos cuatro endiablados atolladeros?

La primera ministra británica ha desarrollado una nueva ronda de contactos para presentar su Plan B del Brexit. Lo quiere -y no tiene más remedio- que presentar a votación el martes 29 de enero.

The Sunday Times avanzó que podría consistir en firmar con la República de Irlanda un tratado bilateral que permita eliminar del acuerdo negociado con Bruselas la controvertida salvaguarda o "garantía" pensada para evitar una frontera física entre las dos Irlandas.

Atención a la vez a las inicativas que quieren impedir el Brexit sin acuerdo. El conservador Nick Boles y la laborista Yvette Cooper quieren impedir el Brexit del caos. Theresa May lo rechaza porque podría retrasar la retirada británica de la Unión Europea.

El diputado proeuropeo Dominic Grieve plantea una propuesta aún más sutil y a la vez ambiciosa. Llama a suspender el Artículo 50 del Tratado de Lisboa. El Reino Unido lo activó el 29 de marzo de 2017 al notificar a la Unión Europea su intención de salida del bloque.  La estrategia de Dominic Grieve se centra llanamente en desactivar el Brexit en un segundo referéndum.

¿Es el escenario de crisis nacional, crisis institucional o conspiración de los Comunes? Abierta la cuestión delicada, y extremadamente compleja, para la Cámara de los Comunes de cumplir cumpla con el resultado del referéndum de 2016, y evitar a la vez el caos o el lío ante el fracaso por el momento -y la incapacidad política- de la gestión de Theresa May en este dramático adiós al continente.
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