Michel Barnier urge a Theresa May claridad para evitar un Brexit de caos

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El Brexit entró en el momento más delicado y tampoco previsto. Situación difícil ante el clima de profunda crisis en Londres y de enfrentamiento y debates estériles. Todo un escenario de forcejeo no resuelto entre la Cámara de los Comunes (Poder Legislativo) y el 10 de Downing Street (Poder Ejecutivo).



La Comisión Europea aguarda la carta oficial de Theresa May pidiendo el aplazamiento de la fecha de ejecución y cumplimiento del Brexit fijada para el viernes 29 de marzo. La primera ministra no logró que se ratificara el acuerdo fimado con todos los países de la Unión Europea para un proceso de ruptura y divorcio minuciosamente pactado.

En los debates del consejo de ministros de Asuntos Generales de la Unión Europea, el debate de una prórroga corta o larga. La decisión debe adoptarla el Consejo Europeo. Pero ya hay un primer criterio.

Una prórroga larga (hasta dos años) sólo debería concederse si hay el compromiso de la primera ministra de convocar elecciones. Unos comicios que podrían abrir incluso la puerta, tras la formación de una nueva Cámara de los Comunes, de un segundo referéndum.



El negociador jefe de la Unión Europea para el Brexit, Michel Barnier, ha insistido en la importancia de que Reino Unido defina su posición. "Una prórroga larga debe estar ligada a algo nuevo, a un acontecimiento nuevo o a un  proceso político nuevo", subrayó.

Atención al debate y los criterios en el Consejo Europeo porque no hay una posición unánime. Existe además un grave peligro. Si la primera ministra no muestra un criterio claro en una cumbre europea de enorme importancia, podría estallar una crisis grave. E incluso si se planta y vuelve a Londres sin ningún nuevo acuerdo, el riesgo de Brexit a las bravas volverá a un primer plano.

De manera muy gráfica, el ministro rumano George Ciamba ha definido la situación. "El principal problema es que cada vez hay más niebla en Londres", sentenció.

"Las preguntas clave serán: ¿una extensión (del artículo 50 sobre la retirada de un Estado) incrementa las posibilidades de ratificación (en la Cámara de los Comunes) del acuerdo de retirada? ¿El Reino Unido pedirá una extensión porque quiere un poco más de tiempo para reelaborar la declaración política (sobre la futura relación)?", son las cuestiones pertinentes de Michel Barnier.

Ha insistido que la declaración política con las líneas generales sobre el vínculo futuro entre Londres y Bruselas "puede hacerse más ambiciosa los próximos días si una mayoría en la Cámara de los Comunes lo desea". Pero ha advertido a la vez del empantanamiento. 

"Si no, ¿cuál sería el propósito y el resultado de una extensión, y cómo podemos garantizar que al final de una posible extensión no estamos de nuevo en la misma situación que hoy?". Es el enigma que ha planteado antes de la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno.