May y Juncker, acuerdo en Estrasburgo sobre la salvaguarda irlandesa

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Todo abierto caminando al filo de la navaja. Sin embargo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, cedió de nuevo para demostrar el firme apoyo a un Brexit bajo el pacto y el acuerdo. Bajo ningún concepto hay deseo de tensar horas importantes.

De nuevo los focos sobre Londres y la Cámara de los Comunes. Theresa May y Jean-Claude Juncker cedieron para lograr una declaración centrada en un Brexit ordenado, un pacto de salida que sea válido tanto para Londres como para Bruselas.

De inmediato la libra esterlina reaccionó y valoró el pacto. Se ha buscado un acuerdo que pueda ser aprobado por los Comunes y aclare y fije de forma definitiva su posición. Se ha proyectado una ruptura ordenada, un Brexit con un periodo transitorio de 20 meses, una etapa en la que Reino Unido mantendría el acceso al mercado común.

El tema clave se centra en la fórmula para evitar la instauración de controles aduaneros en la frontera de la República de Irlanda con la provincia británica de Irlanda del Norte, una vez que acabe ese periodo transitorio. Theresa May y Jean-Claude Juncker subrayaron que se van a introducir aclaraciones al acuerdo del Brexit, firmado en noviembre de 2018. Énfasis en que la salvaguarda para mantener abierta la frontera entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte tendrá un carácter temporal.

Es un punto delicado y crítico. Se ha subrayado de nuevo que Reino Unido seguirá dentro de la unión aduanera de manera indefinida como fórmula para evitar el restablecimiento de controles en Irlanda. Se hará hasta que se encuentre una vía alternativa para dejar abierta la frontera.

En la anterior votación, los euroescépticos del Partido Conservador y el Partido Unionista Irlandés clamaron sobre este punto. Insistieron y advirtieron que el Reino Unido podía quedar atado para siempre en la unión aduanera. Y señalaron la amenaza además de unir de manera estrecha a Irlanda del Norte con las reglas del mercado común.

En la noche del lunes, David Liddington, número dos del Gobierno de Theresa May, compareció en el Parlamento. Explicó que se logró en la cumbre de último momento de Estrasburgo introducir cambios con fuerza legal en el tratado para afrontar esas críticas.

Señaló que habrá un instrumento vinculante por el que la Unión Europea se compromete a no atar a Reino Unido de manera indefinida en la salvaguarda irlandesa. Además, apuntó que se ha marcado el objetivo de acelerar las negociaciones para tener un tratado de libre comercio cuanto antes. Se lograría así mantener el flujo de mercancías en Irlanda y retirar la salvaguarda.

En la cumbre de Estrasburgo, Jean-Claude Juncker calificó el acuerdo de última oportunidad advirtiendo que no habrá una tercera renegociación del acuerdo ni nuevas garantías. Theresa May apuntó que no se modifica el pacto inicial tratándose de un anexo aclaratorio.

Todo queda ahora en manos de los euroescépticos del Partido Conservador y los diputados del Partido Unionista Irlandés (DUP). Día importante en los Comunes. La canciller de Alemania, Angela Merkel, elogio a la Comisión Europea por hacer una oferta importante al Gobierno de Theresa May para romper el bloqueo. Pero los interrogantes todavía no se han cerrado.