Marlaska se implica en operación de Policía Nacional en la Castellana
Movilización de agentes de Unidades de Intervención Policial (UIP), con hasta 40 furgones.
Órdenes claras finalmente del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al delegado del Gobierno en Madrid, tras el llamamiento de Ángel Garrido, presidente de la Comunidad de Madrid, para poner fin al caos que exaspera a los ciudadanos y causa un grave daño ecnómico y de imagen a la capital. La alcaldesa, Manuela Carmena, muy preocupada también por el daño que se está causando y la falta de reacción del Gobierno en el auxilio a la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid.
Una gigantesca operación policial -Policía Nacional y Policía Municipal-, con ayuda de grúas, para retirar desde primera hora de la mañana de este lunes 28 los taxis aparcados en el Paseo de la Castellana.
El portavoz de Élite Taxi, Alberto Álvarez, conocido como "Tito", uno de los activistas de la huelga de Barcelona, criticó las cargas policiales con un ataque político y personal al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
"La Policía nos ha dicho que estas órdenes vienen de Interior. Aquí la gente comenta que cómo puede ser que un ministro de izquierdas -Fernando Grande Marlaska- y según ha declarado él, que es gay, que mande aquí a la policía a reprimir al pueblo", dijo el portavoz de Élite Taxi en un audio distribuido a través de WhatsApp.
La Policía Nacional intervino para el desalojo de unos 2.000 taxistas y sus vehículos concentrados en el Paseo de la Castellana, entre la plaza de Colón y la glorieta de Gregorio Marañón. Los manifestantes llegaron a su octavo día de huelga indefinida, en protesta por la regulación de los VTC (vehículos de transporte con conductor).
Movilización de grúas para llevarse vehículos en la zona de Gregorio Marañón. Agentes de la Policía Municipal y de Policía Nacional garantizan el paso en los cruces. Los taxistas proyectan realizar una marcha lenta por la ciudad si se ven obligados a dejar la Castellana y amenazan con "petar Madrid".
El proceso de desalojar a los taxistas de la Castellana se prevé tenso y podría durar horas ya que los taxis colapsan dos kilómetros de vía. Los servicios jurídicos de las asociaciones del sector señalan que si el conductor está dentro de su vehículo no puede ser retirado con la grúa. El depósito municipal de vehículos está debajo de la plaza de Colón.
Los taxistas decidieron el viernes mantener la huelga indefinida al considerar "totalmente insuficiente" el preacuerdo alcanzado por el presidente de Madrid, Ángel Garrido, y la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena. Este "texto de consenso", presentado a taxistas y VTC, elimina la precontratación temporal e introduce "la precontratación espacial, es decir, que haya una distancia desde el cliente al VTC", según explicó Ángel Garrido.
Órdenes claras finalmente del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al delegado del Gobierno en Madrid, tras el llamamiento de Ángel Garrido, presidente de la Comunidad de Madrid, para poner fin al caos que exaspera a los ciudadanos y causa un grave daño ecnómico y de imagen a la capital. La alcaldesa, Manuela Carmena, muy preocupada también por el daño que se está causando y la falta de reacción del Gobierno en el auxilio a la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid.
Una gigantesca operación policial -Policía Nacional y Policía Municipal-, con ayuda de grúas, para retirar desde primera hora de la mañana de este lunes 28 los taxis aparcados en el Paseo de la Castellana.
El portavoz de Élite Taxi, Alberto Álvarez, conocido como "Tito", uno de los activistas de la huelga de Barcelona, criticó las cargas policiales con un ataque político y personal al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
"La Policía nos ha dicho que estas órdenes vienen de Interior. Aquí la gente comenta que cómo puede ser que un ministro de izquierdas -Fernando Grande Marlaska- y según ha declarado él, que es gay, que mande aquí a la policía a reprimir al pueblo", dijo el portavoz de Élite Taxi en un audio distribuido a través de WhatsApp.
La Policía Nacional intervino para el desalojo de unos 2.000 taxistas y sus vehículos concentrados en el Paseo de la Castellana, entre la plaza de Colón y la glorieta de Gregorio Marañón. Los manifestantes llegaron a su octavo día de huelga indefinida, en protesta por la regulación de los VTC (vehículos de transporte con conductor).
Movilización de grúas para llevarse vehículos en la zona de Gregorio Marañón. Agentes de la Policía Municipal y de Policía Nacional garantizan el paso en los cruces. Los taxistas proyectan realizar una marcha lenta por la ciudad si se ven obligados a dejar la Castellana y amenazan con "petar Madrid".
El proceso de desalojar a los taxistas de la Castellana se prevé tenso y podría durar horas ya que los taxis colapsan dos kilómetros de vía. Los servicios jurídicos de las asociaciones del sector señalan que si el conductor está dentro de su vehículo no puede ser retirado con la grúa. El depósito municipal de vehículos está debajo de la plaza de Colón.
Los taxistas decidieron el viernes mantener la huelga indefinida al considerar "totalmente insuficiente" el preacuerdo alcanzado por el presidente de Madrid, Ángel Garrido, y la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena. Este "texto de consenso", presentado a taxistas y VTC, elimina la precontratación temporal e introduce "la precontratación espacial, es decir, que haya una distancia desde el cliente al VTC", según explicó Ángel Garrido.
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