La marcha de Jim Yong Kim del Banco Mundial, una compleja sucesión
El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, anuncióeste lunes su renuncia al cargo después de seis años y medio al frente del organismo. Será sustituido de forma interina por la consejera delegada, Kristalina Georgieva, a partir del 1 de febrero.
Kim asumió el cargo por primera vez en verano de 2012, después de que le nominara para la presidencia del organismo la Administración Obama en Estados Unidos. El mandato de Kim finalizaba en 2022, después de haber sido reelegido en verano de 2017. Se marcha a una empresa privada que aún no ha especificado.
"El trabajo del Grupo del Banco Mundial es más importante ahora que nunca, ya que las aspiraciones de los pobres aumentan en todo el mundo y los problemas como el cambio climático, las pandemias, el hambre y los refugiados continúan creciendo tanto en escala como en complejidad", explicó Kim en su despedida.
El organismo destacó que, bajo el mandato de Kim, los gobernadores de la institución aprobaron en abril pasado un aumento de capital histórico de 13.000 millones de dólares que permitirá al BM ayudar a los países "a alcanzar sus objetivos de desarrollo".
La institución tiene como objetivos acabar con la pobreza extrema para 2030 e impulsar la prosperidad, centrándose en el 40 % de la población de los países en desarrollo con menos recursos.
Kim asumió el cargo por primera vez en verano de 2012, después de que le nominara para la presidencia del organismo la Administración Obama en Estados Unidos. El mandato de Kim finalizaba en 2022, después de haber sido reelegido en verano de 2017. Se marcha a una empresa privada que aún no ha especificado.
"El trabajo del Grupo del Banco Mundial es más importante ahora que nunca, ya que las aspiraciones de los pobres aumentan en todo el mundo y los problemas como el cambio climático, las pandemias, el hambre y los refugiados continúan creciendo tanto en escala como en complejidad", explicó Kim en su despedida.
El organismo destacó que, bajo el mandato de Kim, los gobernadores de la institución aprobaron en abril pasado un aumento de capital histórico de 13.000 millones de dólares que permitirá al BM ayudar a los países "a alcanzar sus objetivos de desarrollo".
La institución tiene como objetivos acabar con la pobreza extrema para 2030 e impulsar la prosperidad, centrándose en el 40 % de la población de los países en desarrollo con menos recursos.
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