Cautela ante el rebrote en Pekín y la crisis del Himalaya. (Foto: ABCnews)

Los cuatro cisnes negros de Deutsche Bank, salvar el turismo y crisis en Pekín

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Cautela en los mercados. Preocupan los nuevos focos de crisis en Asia (la Península de Corea y sobre todo el choque militar en la cordillera del Himalaya. Seguimiento al repunte del coronavirus en Pekín, la escena en América Latina con especial situación de Brasil y México, y la situación en estados y grandes metrópolis de Estados Unidos. Existen muchos enigmas aún, que pesan con fuerza entre los inversores, sobre la COVID-19.



Atención en primer lugar a Pekín. Masivos contagios en el mercado de Xinfadi. Se puso en cuarentena a 200.000 personas. Hermetismo sobre el nuevo brote de coronavirus que llevó a cancelar de forma masiva vuelos internos en China. Los mercados muy atentos también al choque militar en la cordillera del Himalaya entre China e India, y al ataque y la agresividad de Corea del Norte contra Corea del Sur volando los puentes de diálogo.



Inquietud en Bruselas, en el corazón de las instituciones de la Unión Europea, por el daño de la COVID-19 al turismo. Salvar al turismo en Europa, una cuestión en primer plano en la agenda política y económica de la presidenta de la Comisión Euroepa. Ursula von der Leyen.



Ateción de analistas, tras el mazazo de la COVID-19, a escenarios no previstos de súbita corrección. El equipo de economistas de Deutsche Bank en Londres envió a los inversores un informe de los cuatro posibles cisnes negros en la década de 2020 a 2030. Merece la pena subrayarlos:

1.Una pandemia que llegue a matar a 2,2 millones de personas en el mundo.

2. Una tormenta solar como la sucedida en 1859. Causaría graves problemas en las comunicaciones, dañaría los satélites, interrumpiría las emisiones de radio y provocaría gigantescos apagones de la red eléctrica.

3. El estallido de una guerra global.

4. Erupción salvaje de un volcán que generaría 100 kilómetros cúbicos de lava y una enorme distorsión global por el impacto en el clima.



 Deutsche Bank apuntó a la posibilidad de un 33,5% de que aparezcan estos cisnes negros en la próxima década. Y un porcentaje de un 55.7% de que se produzcan en los próximos viente años.

Incluso el banco alemán plantea otros dos cisnes negros, aunque muy improbables:

a) Una erupción volcánica de nivel VEI-8 que podría reducir la temperatura global de 3 a 5 grados.

b) El choque con la Tierra de un asteroide como el que mató a los dinosaurios hace 66 millones de años.

Atención a que los mercados, tras la enorme parálisis mundial, terrible impacto y conmoión política y económica del coronavirus, contemplan con detenimiento los estudios y proyecciones de nuevos cisnes negros.
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