Un millar de empresas reducen su presencia en Rusia. (Foto: YouTube)

Las sanciones europeas golpean duro a Rusia y Putin

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La Comisión Europea considera que Rusia está comenzando a sentir con fuerza los efectos de las sanciones económicas que se vienen aplicando desde el principio de la guerra con Ucrania el pasado 24 de febrero.

Así, la situación que está atravesando el presidente ruso, Vladimir Putin, resulta inesperada ya que ha tenido que retirar a 10.000 hombres que corrían el riesgo de quedar rodeados. La ruptura brusca del frente se ha logrado, indican las fuentes comunitarias, gracias a la potencia de fuego que los ucranianos tienen gracias al apoyo occidental.

Rusia cuenta con una potencia militar mucho mayor pero han agotado sus municiones de precisión. Ahora, explican desde Bruselas, Putin utiliza bombardeos ciegos que son destructivos, cuestan muchas vidas civiles pero no son eficaces militarmente. Ucrania, sin embargo, no puede lanzar una ofensiva masiva pero mantiene una estrategia puntual que ha debilitado la capacidad logística de Rusia.

Según las cifras que maneja la Comisión Europea, las sanciones que se están aplicando están logrando ya resultados. Alrededor de un millar de empresas que representan el 40% del PIB ruso están cortando sus operaciones en el país. El acceso a tecnología se ha limitado notablemente: el 45% de la tecnología que utilizaba Rusia era europea y el 21% americana.

Alrededor de dos tercios de los aviones civiles se fabrican en EEUU o la UE y el acceso a piezas de recambio se ha reducido lo que está provocando que una gran parte de los vuelos no puedan operarse. La producción de coches en Rusia también ha caído un 97%. La mitad de los yacimiento rusos de gas están en declino. Cuentan con más pozos posibles pero en reservorios de difícil acceso que requieren el acceso a una tecnología de la que el país no dispone para poder explotarlos.

Por ese motivo, para la Comisión Europea, cambiar el suministro de Europa a China se puede hacer con los pozos en Siberia pero resulta inimaginable con los del Ártico oeste por la falta de un cliente alternativo. De este modo, el presupuesto ruso que estaba en superávit comienza ahora a entrar en déficit por una caída de las ventas, así como de los precios del gas que se está produciendo en los últimos días. 

 "Con un 11% de caída del PIB y una inflación del 22% no es una situación buena" indicaron desde la Comisión. El país se salvaba por sus ventas de hidrocarburos masivas pero con la caída de las cantidades y de los precios tendrá problemas graves de ingresos.
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