La felicitación de Lagarde al nuevo presidente del Eurogrupo. (Foto: @Lagarde)

Las levas y las kunas comienzan la migración monetaria hacia el euro

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Ela actualidad la zona euro esta formada por Austria, Bélgica, Chipre, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia y España. Países de diferentes sensibilidades y de cruces entre Norte y Sur, y Este y Oeste



La lección que quedó para Pedro Sánchez fue lo negativo de despreciar a los más pequeños y débiles. En el Eurogrupo es relevante el peso de primeras potencias como Austria, Bélgica (el corazón político de la Unión), Francia, Alemania, Italia y Países Bajos.

Es importante el cinturón del sur de Portugal, Chipre y Malta. También la llmada Liga Hanseática con Estonia, Finlandia, Letonia, y Lituania.

Pero más aún resulta influyente el peso de La alianza transversal Oeste- Este con Irlanda, Luxemburgo, Eslovaquia y Eslovenia.

España debió esforzarse mucho en escuchar y trazar una agenda muy abierta y rigurosa para presir el Eurogrupo. Se equivocó gravemente La Moncloa al pensar que el eje franco-alemán cerraba  todos los debates en el Eurogrupo. Ni mucho menos. Atención ahora a que comienza el proceso de más peso para el eje Oeste-Este.

Bulgaria y Croacia

El Banco Central Europeo (BCE) ha establecido con efectos a partir de este lunes 13 los tipos de cambio obligatorios para Bulgaria y Croacia, que entran en el mecanismo de tipos de cambio II, como paso previo para adoptar el euro a los dos años.

El BCE informó de que ha establecido que el tipo de cambio de la leva búlgara será de 1 euro = 1,95583 levas y el de la kuna croata de 1 euro = 7,53450 kunas.

También ha establecido una banda de fluctuación para la leva y la kuna de plus o menos 15%, por lo que estas divisas sólo pueden fluctuar dentro de esos márgenes y Bulgaria y Croacia no pueden depreciar sus divisas frente al euro para lograr ventajas competitivas.

Antes de adoptar el euro, la divisa de un país tiene que entrar en fluctuación con el euro como mínimo durante dos años sin alejarse demasiado de la moneda única.

El mecanismo de tipos de cambio trata de mantener estables los tipos de cambio entre los países de la Unión Europea que han adoptado el euro y los que todavía no lo han hecho, para evitar problemas en el funcionamiento del mercado único.
Las tasas de cambio de intervención obligatoria han sido acordadas en el BCE y los bancos centrales de Bulgaria y Croacia.

El tipo de cambio máximo de la leva búlgara frente al euro es de 2,24920 levas por euro, el tipo central es de 1,95583 levas y el mínimo es de 1,66246 levas. El tipo de cambio máximo de la kuna croata es de 8,66468 kunas por euro, el central de 7,53450 kunas y el mínimo de 6,40433 kunas.

La supervisión bancaria del BCE supervisará directamente los bancos más grandes de Bulgaria y Croacia, que solicitaron oficialmente la inclusión en el mecanismo en 2018 y 2019 respectivamente, a partir del 1 de octubre.

"Bulgaria y Croacia han dado un gran paso en el camino a formar parte de la zona del euro. Les doy la enhorabuena y doy la bienvenida a sus esfuerzos políticos continuos", dijo el viernes la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.

El BCE destaca que Croacia y Bulgaria han implementado medidas en contra del blanqueo de dinero, de legislación de las insolvencias, de prudencia macroeconómica y de gobernanza de las empresas estatales.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reconoció las reformas económicas que han acometido ambos países y garantizó el apoyo a los países en los próximas etapas de su camino para adoptar el euro, que sigue siendo atractivo.

En el último informe de convergencia, publicado el pasado junio, el BCE mostró preocupación respecto a la sostenibilidad de la convergencia de la inflación a largo plazo tanto en Bulgaria como en Croacia.
EL BCE dice que es probable que el proceso de convergencia dé lugar a unos diferenciales de inflación positivos frente a la zona del euro, ya que el PIB per cápita y los precios son "considerablemente más bajos" en los dos países que en la zona del euro.

Para evitar presiones inflacionistas y de desequilibrios macroeconómicos excesivos, el proceso de convergencia debe sustentarse en políticas adecuadas.

Entre 2012 y 2019, Bulgaria cumplió holgadamente los criterios de déficit (salvo en 2014) y de deuda, pero las cifras fiscales en 2020 pueden empeorar, debido al deterioro de la actividad económica y de las medidas fiscales para atenuar los efectos de la crisis por la pandemia de coronavirus.

A largo plazo, Croacia presentaba un riesgo reducido para la sostenibilidad de su deuda por la disminución prevista del gasto asociado al envejecimiento de la población, pero las previsiones de fuerte caída de la ratio de beneficio plantearon dudas acerca de la idoneidad del sistema de pensiones, según el BCE.

La legislación búlgara y croata no cumplen todos los requisitos relativos a la independencia del banco central.

Una ola de protestas ciudadanas contra la corrupción sacude a Bulgaria desde el pasado jueves, atizada por la escalada de tensiones entre el primer ministro búlgaro, el populista conservador Boiko Borisov, y el presidente del país, Rumen Radev, embarcados ambos en una intensa lucha de poder.

El tipos de cambio obligatorios para la corona danesa se mantienen sin cambios. Dinamarca es miembro de la Unión Europea y está acogido a un régimen especial porque no quiere adoptar el euro.
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