Vista general de los astilleros de Navantia en Cádiz. (Foto: Wikimedia)

La huelga del metal en Cádiz: ¿qué piden los trabajadores?

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Tras unas semanas de huelga y disturbios, la negociación volvió a cerrarse sin llegar a ningún acuerdo, y para el 23 se previó una manifestación por parte de los sindicatos. Se unió a ella también el sindicato de los estudiantes.

La huelga indefinida convocada por UGT, FICA y CC. OO. cuenta con al menos 22.000 personas, dejando virtualmente vacías grandes empresas como Navantia, Airbus, Dragados o Acerinox por su apoyo a los trabajadores con peores condiciones de empleo.

¿Qué detonó la huelga?

El segundo día de la huelga, miles de trabajadores se concentraban a las puertas de las empresas mencionadas, haciendo barricadas y fogatas en las carreteras de acceso.

Además de 30 años de una situación insostenible para los trabajadores, el chispazo que encendió la mecha fue el desacuerdo en los términos para la renovación del convenio colectivo del sector.

Antecedentes del desastre

En los años 80, bajo el mandato de Felipe González, Carlos Solchaga, entonces ministro de Industria, inició la reconversión naval. Esta acción destruyó 7.500 empleos, de los que 5.500 pertenecían a las plantillas de las 5 factorías dependientes del Instituto Nacional de Industria.

Estas factorías eran Astilleros Cádiz, Construcciones Aeronáuticas, Bazán y San Carlos. En su momento, aquella reconversión generó una manifestación de 40.000 personas, y mucha tensión.

Desde entonces, diversas fábricas han cerrado sus puertas, dejando en la calle a miles de empleados. De hecho, el desempleo en Cádiz es del 27 %, con un porcentaje importante de desempleo juvenil.

Qué piden los trabajadores

Si bien los trabajadores de las grandes factorías se ven beneficiados por convenios propios y condiciones satisfactorias, no pasa igual con las empresas subcontratadas por esas mismas factorías, cuyas condiciones son precarias.

Según un trabajador del sector, “la patronal se ha encargado de tener trabajadores de primera clase, los de plantilla; de segunda, que son los fijos de las empresas colaboradoras, que son un mínimo, y de tercera, que somos los de las auxiliares”.

Precisamente los trabajadores de las auxiliares son los que están menos favorecidos, pues, según las estadísticas generales del SEPE, el 94,82 % de los contratos hechos en Cádiz en el último año fueron temporales.

Eso significa que los trabajadores ni siquiera pueden presentarse a delegado sindical, ya que la ley exige un mínimo de seis meses en la empresa, y con la eventualidad nunca se alcanza el tiempo.

De modo que piden una actualización de los sueldos: subidas del 2, del 2,5 y del 3 % anual, gasto que, según la patronal, no está en condiciones de cumplir.

Por otra parte, los sindicatos también han solicitado una rebaja de cuatro horas de trabajo por año (frente a las jornadas de 60 horas semanales actuales) y que la precariedad en la industria cese.

Tales son las exigencias de los trabajadores. La patronal y los sindicatos, hasta el momento, no han encontrado un punto de unión, y de nuevo se esperan próximas conversaciones ante la falta de acuerdo entre las partes.

Por ahora, no hay indicios de que la huelga vaya a concluir.
 
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