Golpe al peso argentino, retroceso del índice Merval y daño a YPF en Wall Street
Un duro revés para la jornada posterior al Día de la Bandera. El índice MSCI dejó anclada a Argentina en la categoría frontera en lugar de pasar a la calificación de mercado emergente.
Morgan Stanley Capital International sorprendió. Los analistas, que están leyendo los mensajes de la Casa Rosada en los avances contra la inflación, esperaban una reacción positiva e inmediata. No sucedió así afectando al peso argentino, el índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires y las empresas energéticas, con especial castigo a YPF en Wall Street.
El gestor de índices MSCI decidió no incorporar a Argentina a su referente de mercados emergentes debido a la preocupación de los inversores. Aún se espera verificar que las reformas de mercado puedan mantenerse y proyectarse a largo plazo, convirtiéndose en irreversibles.
La banca de inversión Morgan Stanley fue categórica insistiendo que todavía deben ser evaluadas "la consistencia y la persistencia de los cambios relativamente recientes".
A pesar de haber destacado los cambios introducidos por el Banco Central de República Argentina "desde diciembre de 2015", entre los que resaltó la eliminación del cepo cambiario y de las restricciones para la repatriación de capitales, la modificación será analizada nuevamente en junio del próximo año.
"Aunque el mercado de acciones argentino cumple la mayor parte de los criterios de accesibilidad de los mercados emergentes, la irrevocabilidad de los cambios, relativamente recientes, todavía permanece para ser evaluado", se enfatizó. Incluiría una mayor cantidad de activos en los fondos de inversión a partir de 2019, año en el que vence el primer mandato de Mauricio Macri.
Argentina pasó de ser economía emergente a fronteriza en 2009, cuando Morgan Stanley consideró que los índices de la economía kirchnerista no eran aptos para dicha calificación.
Esa decisión marcó que muchos fondos de inversión dejaran de dirigirse hacia Argentina. Mauricio Macri no ignora el reto de salir de una década peronista y populista. En cierta forma lo sucedido midió el dilema que atraviesa el país. ¿El macrismo abrió un cambio de fondo o puede quebrarse como espera ansiosa Cristina Fernández de Kirchner?
Morgan Stanley Capital International sorprendió. Los analistas, que están leyendo los mensajes de la Casa Rosada en los avances contra la inflación, esperaban una reacción positiva e inmediata. No sucedió así afectando al peso argentino, el índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires y las empresas energéticas, con especial castigo a YPF en Wall Street.
El gestor de índices MSCI decidió no incorporar a Argentina a su referente de mercados emergentes debido a la preocupación de los inversores. Aún se espera verificar que las reformas de mercado puedan mantenerse y proyectarse a largo plazo, convirtiéndose en irreversibles.
La banca de inversión Morgan Stanley fue categórica insistiendo que todavía deben ser evaluadas "la consistencia y la persistencia de los cambios relativamente recientes".
A pesar de haber destacado los cambios introducidos por el Banco Central de República Argentina "desde diciembre de 2015", entre los que resaltó la eliminación del cepo cambiario y de las restricciones para la repatriación de capitales, la modificación será analizada nuevamente en junio del próximo año.
"Aunque el mercado de acciones argentino cumple la mayor parte de los criterios de accesibilidad de los mercados emergentes, la irrevocabilidad de los cambios, relativamente recientes, todavía permanece para ser evaluado", se enfatizó. Incluiría una mayor cantidad de activos en los fondos de inversión a partir de 2019, año en el que vence el primer mandato de Mauricio Macri.
Argentina pasó de ser economía emergente a fronteriza en 2009, cuando Morgan Stanley consideró que los índices de la economía kirchnerista no eran aptos para dicha calificación.
Esa decisión marcó que muchos fondos de inversión dejaran de dirigirse hacia Argentina. Mauricio Macri no ignora el reto de salir de una década peronista y populista. En cierta forma lo sucedido midió el dilema que atraviesa el país. ¿El macrismo abrió un cambio de fondo o puede quebrarse como espera ansiosa Cristina Fernández de Kirchner?
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