La fragmentación entre PP, Ciudadanos y Vox, la carta ganadora de Sánchez

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Grandes verdades y grandes mentiras en la información política, la precampaña, e incluso los análisis polícos. Las tan denostadas derechas, o derecha trifásica, o derecha trifálica, o derecha tricéfala, a las que ataca de forma continua Pedro Sánchez, simplemente no existen como pool. Son la derecha (Partido Popular), el centro liberal, laico y reformista (Ciudadanos) y la extrema derecha (Vox). El 28 de abril los electorales decidirán si fragmentan su voto o giran a una única opción.. 



Partido Popular (PP), primera fuerza en la legislatura que acabó con 137 diputados, bajo Mariano Rajoy ha sido el partido conservador, la derecha, una formación política de corte democristiano similar a la CDU. Con la gestión de Mariano Rajoy (marianismo) de corte social, moderado y centrado. Era entonces un partido de centro derecha.

Mariano Rajoy cayó por diferentes motivos. Josep Antoni Duran i Lleida es quien lo ha retratado de manera más ajustada al señalar que se convirtió en el objetivo número uno a destruir de los separatistas de ERC y PDeCAT. Acabar con  quien defendió lo central de respetar a la ley y la Constitución, y buscar un diálogo político siempre en el perímetro del Parlamento de Cataluña y el Congreso de los Diputados.



Es obvio que a Mariano Rajoy no le sucedió el mariansimo sino el aznarismo que representa Pablo Casado, una corrección en el partido a la derecha. Un giro que por ejemplo no se ha dado en la CDU.

Es inexacto por tanto hablar hoy del PP como el centroderecha. Lo más correcto y verdadero se centraría en definirlo como la derecha. Sabiendo que hoy conviven dos almas en el partdo: los que rechazan el peso del aznarismo y echan de nemos las formas moderadas de Mariano Rajoy y los que defienden el casadismo cuyo futuro a corto y medio plazo está por ver y es incierto.

Las encuestas están apuntando a un retroceso del PP de 137 escaños a 95. Todo lo que sea por debajo de esa cifra, abriría una crisis seria en el partido. En los anteriores comicios sólo existía la marca del PP como centroderecha, y sólo un nuevo partido surgido en Cataluña, Ciudadanos, de centro basculante entre el giro a la derecha y el giro a la izquierda.

En 2016, Ciudadanos obtuvo 32 escaños y el 13,1%. Marcó en su momento el deseo de un cambio de centro, liberal, laico y reformista. En ese momento creció como rechazo al desgaste, conntroversia y casos de corrupción política que sacudieron a la escena política, especialmente al PP.

En las anteriores elecciones, Vox no obtuvo ningún resultado. La extrema derecha estaba fuera de las instituciones. Sólo había irrumpido, y con fuerza, el fenómeno del populismo de extrema izquierda de Podemos. Con 71 escaños y tercera fuerza de la Cámara con 21,2%, sometió a presión al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con 85 escaños y 22,6%.

Vox es sobre todo un fenómeno del sur de España. Pero como partido de extrema derecha, con presión sobre el Partido Popular, avanza decidido a convertirse en actor político de un escenario de cinco fuerzas. Las encuestas están apuntando a 20 escaños con un 10,3%.



Ya ha quedado muy claro que las elecciones de Andalucía no representan un modelo de evolución política para unos comicios generales. El PSOE pudo haber ayudado en la Junta de Andalucía a abrir el camino al actual gobierno de coalición de la derecha y el centro. No lo hizo. Quiso forzar a PP y Ciudadanos a tener el apoyo de la extrema derecha para la elección de la presidenta de la Cámara regional (Parlamento de Andalucía) y del nuevo presidente.

Pedro Sánchez no sólo busca en estas elecciones la derrota de Pablo Casado sino la destrucción de la hipótesis de alianza constituconalista que supondría la unión de PSOE, PP y Ciudadanos. No lo quiso admitir en Andalucía. Y mucho menos ahora en uas elecciones generales. Es este nuevo PSOE dirigido bajo su cuño cesarista el que quiere romper el bipartidismo .



Su objeico es secuestrar a Ciudadanos o imponer la fórmula Frankenstein de un pacto con la extrema izquierda de Podemos, la derecha nacionalista del PNV, el partido separatista Bildu de País Vasco, y la derecha y la izquierda separatista en Cataluña de PDeCAT y ERC.

Obiamente la preocupación de inversores, empresarios y a propia Comisión Europea no está tanto sobre Podemos. Lo que verdaderamente inquiera es el posible giro de un partdo socialdemócrata a una coalición de izqueirda radical, anticalista, republicana y separatista.

La nueva encuesta de GAD3 publicada este lunes por Vocento (ABC y el conjunto de periódicos regionales del grupo) apunta a que el PSOE va a ganar las elecciones generales por la división del voto del PP (dereha), Ciudadanos (centro) y Vox (extrema derecha).  Según esta encuesta, el PSOE controlará la mayoría del Senado, la Cámara que puede aprobar el artículo 155.

"No me cabe duda de que el Partido Socialista va a ganar las generales, pero Pedro Sánchez va a necesitar de apoyos, o bien de Podemos o bien de Ciudadanos", aseguró Narciso Michavilapresidente de GAD3, a la Cadena COPE. "Lo que sube el PSOE es lo que está bajando Podemos y si antes el beneficiario de la Ley d'Hondt fue el Partido Popular, ahora lo será el Partido Socialista de Pedro Sánchez", sentenció.

A cinco semanas de los comicios. apuntó que la llamada sensibilidad de centroderecha sería la más votado en un total de 36 provincias siempre que se presentara en un solo bloque o marca (la hipótesis que existía con Mariano Rajoy). En esa situación de hipotética unidad, una alianza de PSOE y Unidos Podemos tendría que conformarse con ser el bloque más votado en 12 provincias.

La izquierda socialdemócrata y la extrema izquierda (PSOE + Unidos Podemos) solo conseguiría superar al bloque opositor (PP + Ciudadanos) en el País Vasco, Cataluña, Canarias y tres provincias andaluzas (Huelva, Sevilla y Jaén). En otras dos circunscripciones habría empate entre los dos grupos: Badajoz y Córdoba.

A día de hoy, el único partido que tiene garantizado sumar escaños al Congreso en todas las circunscripciones es el PSOE. El PP, sin embargo, tendría cuatro provincias en blanco. El partido de Pablo Casado lograría escaño en toda España menos en Guipúzcoa, Tarragona, Lleida y Girona.

Ciudadanos logra representación en todo el litoral, desde Cádiz hasta Barcelona. También está fuerte en el centro de España y en parte del norte, pero en zonas del interior flojea con claridad. Podemos tiene una presencia muy irregular en todo el territorio nacional, y no existe en comunidades como las dos Castillas, Extremadura o Cantabria. A Vox se le ve más fuerte en Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid.

¿Qué va a pasar con Vox?. Sus votantes son los más convencidos, los que menos van a cambiar al igual que los votantes convencidos de Podemos, pero va a utilizar mal sus escaños. Vox es más un partido del sur, por ejemplo no va a entrar en Galicia.

Son las grandes incógnitas en una eleccion crucial.
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