Qué sistemas nos permiten ahorrar en calefacción con la llegada del frío. (Foto: Freepik)

Cómo ahorrar en calefacción con la llegada del frío

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La calefacción, en España, representa un porcentaje muy alto del consumo energético de un hogar promedio: nada menos que el 47 %, y llega al 33 % en edificios con calefacción colectiva, según información del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

Sumado a esto, los precios de la luz y del gas han aumentado progresiva y continuamente desde agosto del año pasado, y el panorama no se presenta muy esperanzador.

La llegada del frío supone un gasto energético que para muchas familias será cuesta arriba. Por otra parte, muchísimas personas han ido cambiando sus viejos sistemas de calefacción, como las calderas de carbón, por otros más eficientes, y por aparatos más nuevos.

Cada casa, cada edificio, tiene sus propias necesidades en cuanto a exigencias energéticas: tamaño del inmueble, uso y frecuencia de la calefacción, si la instalación será sencilla o complicada, etc.

Significa que no hay un solo sistema aplicable, y por ello hay que evaluar todas las características del hogar antes de decidirse por un sistema u otro.

Dos sistemas de climatización mucho más eficientes: la biomasa y la geotermia

Biomasa
La biomasa es combustible quemado en chimeneas, calderas y estufas. Está formada por pellets de madera certificada, cáscaras de pistachos y almendras y huesos de aceituna tratados.

Es una energía renovable muy económica, que no depende de los precios de la luz y el gas. El sistema es parecido al del gas natural o gasoil. Se calienta agua a muy alta temperatura y se hace circular por el circuito de la vivienda para que los radiadores expulsen el calor.

La instalación de este sistema se hace mediante un tornillo sin fin o un sistema neumático que suministra automática y directamente el biocombustible a la caldera desde un silo. Los silos se cargan por camiones en invierno.

Por ello, si la sala de calderas es pequeña no se puede instalar, ya que se necesita espacio para el silo, aunque sí se puede en las comunidades donde sustituyan las antiguas calderas de carbón.

En la Comunidad de Madrid casi la mitad de las calderas de carbón se han sustituido por biomasa, según Juan Cabello, el director general de Calordom. Es una sustitución que está creciendo tímidamente, pero crece.

Geotermia
Es un sistema apropiado para todo tipo de edificios –industrial, residencial y terciario–, que aporta calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. Además, por cada kilovatio/hora consumido aporta 5 kilovatios de energía térmica al inmueble.

Se basa en un intercambiador geotérmico que se conecta a una bomba de calor; capta la energía del subsuelo a temperatura relativamente baja y la bomba de calor aumenta la temperatura hasta donde se requiera.

Los intercambiadores son tuberías que se introducen perforando el suelo a profundidades de entre 80 y 140 metros.

Una instalación geotérmica oscila entre 20.000 y 24.000 euros, pero no se puede instalar en edificios construidos que no tengan espacio para perforar. Genera un ahorro energético que va del 50 al 80 %.

Aparatos eficientes

Cuando no es posible cambiar un sistema totalmente, o mientras llega el frío y ajustamos el presupuesto, es posible optar por calefactores o radiadores eléctricos, pero debes averiguar cuál es su eficiencia energética.

También puedes decantarte por una bomba de calor de aire/agua o por una bomba de calor aerotérmica. La instalación es muy sencilla.

Sustituir los viejos aparatos como radiadores, calderas, estufas, incidirá en la factura de luz y en el ahorro energético.
 
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