Santander y Mapfre venderán la hipoteca inversa en 2023. (Foto:  Mapfre)

Santander y Mapfre entran de lleno en la hipoteca inversa

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Después de un prolongado período de espera, finalmente se ha dado luz verde a la hipoteca inversa ofrecida por Santander y Mapfre, un año después de que ambas instituciones acordaran desarrollar este producto financiero. Ambas entidades ya han obtenido las autorizaciones necesarias para su implementación.

El último paso ha sido la aprobación por parte del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital para la creación de un establecimiento financiero de crédito que facilitará la comercialización de este producto, y según fuentes bien informadas, se espera que esta comercialización comience en el transcurso de este mismo año.

La empresa conjunta, conocida como "Santander Mapfre Hipoteca Inversa," ha completado todos los trámites necesarios para poner en marcha este proyecto.

La parte más complicada del proceso fue obtener la aprobación del Banco de España y llegar a un acuerdo con el regulador en relación al requerimiento de capital para este tipo de préstamo. Ahora, las redes comerciales de Santander y Mapfre se preparan para empezar a ofrecer el producto a los clientes durante el presente año.

En España, la oferta de hipotecas inversas aún es limitada. Este producto permite a las personas jubiladas que son propietarias de una vivienda obtener un crédito utilizando su propiedad como garantía.

Este crédito se convierte en una deuda que puede ser pagada por los herederos tras el fallecimiento del titular, ya sea entregando la vivienda o abonando la deuda junto con los intereses, los cuales suelen ser más altos que los de una hipoteca convencional.

No obstante, esta opción representa a menudo la única forma en que los jubilados pueden acceder a financiamiento considerable. En muchos casos, los herederos optan por solicitar un nuevo préstamo en condiciones más favorables para liquidar la deuda y conservar la vivienda.

Santander y Mapfre han declarado que su empresa conjunta se centrará en diseñar, configurar y establecer las condiciones de las hipotecas inversas, con un enfoque en ofrecer servicios de valor adaptados a las necesidades de los clientes de edad avanzada, con procesos de contratación simplificados.

A pesar de que ambas entidades no han proporcionado detalles adicionales, se espera que el producto combine la experiencia financiera de Santander con soluciones de seguros proporcionadas por Mapfre, como las rentas vitalicias que se generan a partir del préstamo.

Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, estas dos grandes instituciones financieras españolas aún no han lanzado su producto, a diferencia de algunas entidades más pequeñas. EBN fue el primer banco en hacerlo, ofreciendo un tipo de interés fijo del 6% anual y un préstamo de hasta el 43% del valor de tasación de la vivienda.

Inicialmente, fue el banco portugués BNI el primero en reintroducir este producto en España, con la asesoría de Óptima Mayores. Caser y Santalucía, ambas aseguradoras asociadas con Óptima Mayores, también han ofrecido hipotecas inversas. Otras entidades financieras han considerado el producto y siguen evaluando su participación en el mercado. VidaCaixa incluso realizó una prueba piloto antes de la pandemia.

El principal obstáculo para el lanzamiento de este producto radica en que el consumo de capital es comparable al de una hipoteca convencional, a pesar de que en el caso de las hipotecas inversas no hay un pago gradual, sino que la deuda se cancela a la muerte del titular a cambio de la vivienda o, en muchos casos, los herederos asumen la deuda a través de un pago en efectivo, la venta de la vivienda o la obtención de un nuevo préstamo. Además, el sector financiero teme el riesgo reputacional debido a los litigios que ha enfrentado en la última década.

En otras palabras, existe la preocupación de que en el futuro, los herederos puedan presentar demandas al sector alegando falta de transparencia en la oferta de hipotecas inversas.

A pesar de estos desafíos, el interés en el sector financiero sigue siendo alto. Según estimaciones de Alvarez & Marsal Spain, en España hay más de ocho millones de jubilados propietarios de viviendas, y se estima que aproximadamente el 9% de ellos podría tener interés en este tipo de producto, lo que representaría más de 700,000 personas y un mercado potencial de más de 50,000 millones de euros.

Por el momento, la industria de la hipoteca inversa busca autorregularse para generar confianza en los participantes del mercado. La Asociación Europea de Proveedores y Asesores de Hipotecas Inversas (EPPARG) ha establecido un conjunto de principios que exigen que las hipotecas inversas sean productos que permitan a los clientes vivir en sus viviendas de por vida, que los contratantes siempre mantengan la propiedad, que los herederos tengan la libertad de decidir si se quedan con la vivienda pagando la deuda o si optan por obtener una nueva hipoteca, y que el prestamista no pueda exigir la devolución del dinero hasta después del fallecimiento del cliente.
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