Earnest negó el veto de Obama a la foto con los Trump en la Casa Blanca

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Barack Obama cuidó los detalles y trató de transmitir distensión y normalidad insitucional. Tuvo éxito porque las formas se cuidaron pero se trató de un encuentro sin alma. 



Es una incógnita en Washington el camino que escogerá Donald Trump: la rectificación personal o el choque frontal con el legado presidencial. Los primeros signos no son alentadores. Está dispuesto a apoyar un Brexit duro, la hipótesis del peor divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea. Será deshacer lo construido en  el pilar de la relación anglosajona. Y unir los dos cisnes negros, la alianza de lo que parecía imposible y siempre descatable.

Barack Obama recibió al presidente electo en el Despacho Oval durante una reunión de hora y media. El deseo, casi la obsesión del presidente, una vez roto su legado, es el de una transición pacífica y ordenada. No será fácil pero mostrará coraje y empeño por evitar fracturas.

Como termómetro de este encuentro, no hubo al final la foto de familia de presidente y presidente electo. George W. Bush lo cuidó. Barack Obama lo evitó aunque no lo vetó. 

Josh Earnest, secretario de prensa del presidente, resumió sin tapujos el espíritu de este encuentro.  "No han resuelto sus diferencias, ni tampoco lo han intentado. No se trataba de eso. El objetivo era conocerse y hablar sobre la transición de poder en la Casa Blanca", subrayó.

Negó que hubiera existido un veto a la foto con los Trump. Pero subrayó que Barack Obama sigue "manteniendo su opinión de que Trump no está cualificado para ser presidente".
 

- Ver también, Donald Trump rectifica a Barack Obama con su llamada a Theresa May (Hechos de Hoy)
 
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