Donald Trump y Xi Jinping, un encuentro decisivo en Buenos Aires

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No hubo comunicado final pero sí voluntad y deseo de poner punto final a la guerra comercial. Sebastián Piñera, próximo anfitrión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), lo reflejó en un rotundo tuit.

"Hemos avanzado en importantes acuerdos con el Presidente de China, Primer Ministro de Japón y primer@s ministr@s de Australia y Nueva Zelanda y hemos manifestado la urgente necesidad de terminar guerra comercial y proteccionismo para profundizar libre comercio y cooperación", escribió en Twitter el presidente de Chile.

El primer ministro de Papúa Nueva Guinea, Peter O'Neill, reconoció que existe preocupación en la región de Asia Pacífico por las diferencias entre Estados Unidos y la República Popular de ChinaXialong Wang, portavoz de la delegación china, destacó que el acuerdo de los líderes de las 21 delegaciones fue dejar en manos de Peter O'Neill una declaración de consensos. Y el consenso fue, como destacó Sebastián Piñera, la urgente necesidad de terminar guerra comercial y proteccionismo para profundizar en el libre comercio y la cooperación.



Antes de viajar a Brunei y Filipinas, Xi Jinping trazó en la APEC la línea roja de guerra sin vencedores como mensaje directo a Mike Pence y Donald Trump antes de la cumbre del Grupo de los Veinte (G20).

Xi Jinping, en varios llamamientos en Papúa Nueva Guinea, instó a reglas comunes de gobernanza global que no respondan a agendas egoístas. Advirtió de forma reiterada que en una guerra fría, caliente o comercial, nunca hay vencedores. E instó al diálogo y la consulta en vez de intentar formar bloques exclusivos o imponer criterios a otro países.

Para Xi Jinping, la hoja de ruta compartida debe ser la del multilateralismo y el apoyo constructivo a organismos como la Organización Mundial del Comercio o el Foro APEC, que integra a 21 naciones de Asia y el Pacífico, entre ellas Chile, Perú y México. Precisamente el Foro APEC (fundado en 1989) representa el 60 % del PIB mundial, más de la mitad del comercio global, con un mercado de unos 2,850 millones de consumidores (el 40 % de la población mundial) y la aspiración de crear un área de libre comercio entre sus miembros para 2020.

En Washington, voces moderadas del Partido Republicano y el Partido Demócrata, y analistas de tanques de pensamiento, están insistiendo en mensajes a la Casa Blanca  sobre la necesidad de un pacto en Buenos Aires entre Donald Trump Xi Jinping.

En Pekín, Xi Jinping afronta el reto gigante de transformar la burocracia y vencer a líderes y funcionarios más dedicados a enriquecerse que a servir a su país. La lucha contra la corrupción es objetivo implacable. Pero el propio Xi sabe bien que todo será más difícil para el Partido Comunista si no hay un crecimiento sostenido y seguro.

El vicepresidente chino, Wang Qishan, está trabajando activamente en el acercamiento de posiciones entre Donald Trump Xi Jinping. En el reciente foro económico de Singapur, organizado por BloombergWang Qishan ofreció pistas.

Se mostró seguro de una cumbre entre ambos líderes en las orillas de la reunión del G20 en Buenos Aires. Y subrayó el deseo y la convicción de China de mantener la calma y la cabeza fría para poder sostener una actitud receptiva. Más comercio y cooperación bilateral no es un deseo o una opinión. Se trata de un anhelo profundamente compartido. Las llamadas en la APEC fueron bien elocuentes.
 
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