Derrota de la enmienda de la diputada laborista Yvette Cooper
Incógnitas de nuevo tras el final del Supermartes en Londres. La primera ministra buscó de nuevo su salvación política para lograr el apoyo de los diputados euroescépticos. Prometió que volverá a Bruselas para pedir cambios en el pacto de salida del Reino Unido de la Unión Europea.
El Brexit fue un error en su momento. Luego un atolladero político. Ahora una pesadilla peligrosa con una primera ministra, Theresa May, que no es fiable, girando sobre todas las posiciones. La Comisión Europea necesitará nervios de acero en un largo pulso que es peligroso en el plano político y económico.
La Cámara de los Comunes aprobó -en el llamado Supermartes-, por 317 a 301 votos, una enmienda respaldada por el propio Gobierno de Theresa May en la que se aconseja la búsqueda de "mecanismos alternativos" a los establecidos en el pacto de salida de la Unión Europea (UE) para mantener abierta la frontera irlandesa tras el Brexit.
El plan de salvaguarda (el llamado back-stop) para Irlanda del Norte en el corazón de todos los problemas.
Theresa May busca ahora reabrir el acuerdo firmado para implementar un Brexit ordenado a partir del próximo 29 de marzo. Se trata da evitar la instauración de controles entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte. El forcejeo está abierto.
Hace dos semanas, el plan de Theresa May fue derrotado por los Comunes con una diferencia de 230 votos. La primera ministra ha girado ahora sobre sus posiciones apoyando la enmienda a su propio plan presentada por Graham Brady, uno de los conservadores euroescépticos.
Los 10 diputados del DUP (Partido Unionista Irlandés) también votaron a favor de la enmienda. Se pide a la primera ministra que viaje a Bruselas para lograr cambios en la la salvaguarda irlandesa. El próximo 13 de febrero, una nueva votación.
Los Comunes también aprobaron por 318 a 310 votos una enmienda de la diputada conservadora Caroline Spelman que pide al Gobierno que no lleve adelante un Brexit sin tener un acuerdo previo con la Unión Europea.
Una enmienda liderada por la diputada laborista Yvette Cooper para evitar el riesgo de salir de la Unión Europea sin acuerdo mediante una prórroga de la negociación del Brexit fue derrotada por 321 a 298 votos.
Atención a la cuestión de fondo. Pivota entre un Brexit ordenado o el caos. Si se produce lo segundo, el daño va ser grande. Si se discute hasta el final de los plazos, de forma estéril, lo será aún mucho mayor.
El Brexit fue un error en su momento. Luego un atolladero político. Ahora una pesadilla peligrosa con una primera ministra, Theresa May, que no es fiable, girando sobre todas las posiciones. La Comisión Europea necesitará nervios de acero en un largo pulso que es peligroso en el plano político y económico.
La Cámara de los Comunes aprobó -en el llamado Supermartes-, por 317 a 301 votos, una enmienda respaldada por el propio Gobierno de Theresa May en la que se aconseja la búsqueda de "mecanismos alternativos" a los establecidos en el pacto de salida de la Unión Europea (UE) para mantener abierta la frontera irlandesa tras el Brexit.
El plan de salvaguarda (el llamado back-stop) para Irlanda del Norte en el corazón de todos los problemas.
Theresa May busca ahora reabrir el acuerdo firmado para implementar un Brexit ordenado a partir del próximo 29 de marzo. Se trata da evitar la instauración de controles entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte. El forcejeo está abierto.
Hace dos semanas, el plan de Theresa May fue derrotado por los Comunes con una diferencia de 230 votos. La primera ministra ha girado ahora sobre sus posiciones apoyando la enmienda a su propio plan presentada por Graham Brady, uno de los conservadores euroescépticos.
Los 10 diputados del DUP (Partido Unionista Irlandés) también votaron a favor de la enmienda. Se pide a la primera ministra que viaje a Bruselas para lograr cambios en la la salvaguarda irlandesa. El próximo 13 de febrero, una nueva votación.
Los Comunes también aprobaron por 318 a 310 votos una enmienda de la diputada conservadora Caroline Spelman que pide al Gobierno que no lleve adelante un Brexit sin tener un acuerdo previo con la Unión Europea.
Una enmienda liderada por la diputada laborista Yvette Cooper para evitar el riesgo de salir de la Unión Europea sin acuerdo mediante una prórroga de la negociación del Brexit fue derrotada por 321 a 298 votos.
Atención a la cuestión de fondo. Pivota entre un Brexit ordenado o el caos. Si se produce lo segundo, el daño va ser grande. Si se discute hasta el final de los plazos, de forma estéril, lo será aún mucho mayor.
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