Sánchez presentó el acuerdo con Nissan como su gran triunfo en Davos. (Foto: )

Del tuit triunfalista de Sánchez en Davos al fin de Nissan en Cataluña

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El 22 de enero, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avanzó en un tuit (hilo) en Twitter, el fin de la incertidumbre sobre el futuro de Nissan en Cataluña:

"El mantenimiento del empleo en la planta de Nissan en Barcelona está garantizado. Durante nuestro encuentro en #Davos2020, el Gobierno de España y @Alliance_RNM hemos reafirmado nuestra voluntad para seguir trabajando juntos para asegurar la viabilidad de la factoría".



La realidad ha sido bien diferente. Para analistas económicos, nunca se produjo un seria y discreta negociación con el objetivo real de garantizar en profundidad el futuro de Nissan en Cataluña con ofertas audaces que tuvieran en cuenta la plena estabilidad política y económica y la seguridad jurídica. La realidad, se subraya en medios económicos, ha sido la de un Gobierno de PSOE y Podemos que trabaja justo en la otra dirección.

El impacto del cierre de Nissan en Cataluña es de enorme gravedad porque afecta a 20.000 personas. En el año fiscal 2012, Nissan fabricó 140.698 unidades en la Zona Franca. En el último ejercicio fueron 75.665 unidades.

Analistas económicos subrayaron que la factoría no era viable si no se le adjudicaba un nuevo modelo. Hasta la COVID-19 funcionaba por debajo del 25% de su capacidad. Este cierre de Barcelona es uno de los más relevantes de la historia industrial de España.

Nissan ha designado a Frank Torres, que fue director de operaciones de la firma en España hace unos años, para gestionar el proceso de desmantelamiento de la planta de la Zona Franca. Frank Torres fue el máximo directivo de Nissan en España en la época en que la fábrica conseguía adjudicaciones de modelos por parte de la matriz, como la furgoneta eNV200 y el Nissan Pulsar, tras tomar las riendas en 2011.
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