¿Cuál es la empresa en activo más antigua del mundo?. (Foto: Wikimedia)

¿Cuál es la empresa en activo más antigua del mundo?

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Montar una empresa no es nada fácil. En España las estadísticas apunta a que lo más normal es que eche el cierre antes de cumplir los cinco años. La esperanza media de vida cuando nacen es de 11 años. Cifras todas inferiores a las registradas en el resto de la Unión Europea. Así se entiende, claro, que solo 41 compañías españolas se hayan fundado antes del siglo XX.

Aunque se habla de España, esta idea es prácticamente general en cada país. Con algunas excepciones, principalmente asiáticas. Y por encima de todas las excepciones, Japón, un país de tradiciones ancestrales, que cuenta, no con una, sino con varias empresas milenarias.

De hecho, cuatro de las cinco compañías en activo más antiguas del mundo son niponas. Y tiene más de 20.000 compañías con más de un siglo de vida.

Fu en el año 578 cuando Shigetsu Kong ponía en marcha esta empresa, dedicada a algo tan universal como la construcción. Pero no a cualquier tipo de construcción, sino a la construcción, y después al mantenimiento, de templos budistas.

Todo comienza cuando el príncipe Shotoku Taishi, un adolescente, encarga la construcción del primer templo budista en Japón, en la actual Osaka. En un país donde la religión predominante era el sintoísmo, no había carpinteros, arquitectos o artesanos especializados en este tipo de edificaciones. 

Este equipo llegado de Corea fue el encargado de construir el famoso templo de Shitenn?-ji, el primero construido en suelo nipón. Kongo Gumi, durante sus primeras décadas de vida, se dedicó en exclusiva al mantenimiento y la preservación de este templo.

Su construcción finalizó en el año 593, y ha sobrevidido hasta nuestros días. Aunque a lo largo de su historia ha sido víctima de numerosas catástrofes y accidentes, que han hecho que tuviera que ser reparado o reconstruido varias veces. Su imagen actual data del año 1963, cuando se le hizo la última gran intervención, tras ser destruido por un tifón.

Kongo Gumi es una empresa familiar. Los 40 presidentes que ha tenido la compañía en sus más de 1.400 años de historia son todos descendientes de Shigetsu Kong?, o cónyuges de los mismos. Pero con una particularidad, el cargo no lo heredaba el hijo mayor, como era tradición, sino que se le entregaba al más preparado de todos.

Una empresa de tal longevidad también pasó por muchas crisis. Una de ellas amenazó su continuidad. Una de las más graves llega en 1868, con la revolución Meiji y su persecución al budismo, en el que incluso llegan a destruirse algunos templos. Kongo Gumi se queda así sin una de sus principales fuentes de ingresos.

Para superar esta crisis, la compañía decide diversificar su negocio, y comienza entonces a construir otro tipo de edificios, como casas tradicionales o oficinas, adaptándose a la revolución industrial que empezaba a llegar a Japón, y que estaba impulsada por los Meiji.

Se viven ciertas dificultades llevan a oshisada Kongo, el 32º líder de la empresa, a escribir 16 reglas, 16 principios básicos, basados en su glorioso pasado, que sirvan como guía en el futuro. Estos van desde normas a metodológicas o incluso de formación.  

No es el único revés que viven. El líder Haruichi Kongo se suicida, al no poder cumplir con los objetivos marcados, en un ritual ante las tumbas de sus antepasados. Le sustituye en el cargo su viuda, Yoshei Kongo, la primera y única mujer que ha dirigido la empresa en su milenaria trayectoria, que logra remontar la situación apostando por la construcción de ataúdes de madera. Con la II Guerra Mundial, el negocio estuvo asegurado.

Ahora, la empresa volvió a especializarse en edificios religiosos, con la artesanía y la calidad como principios básicos. Sin embargo, en vez de vivir de los encargos del Gobierno, ahora apuesta por promover activamente nuevos proyectos de construcción y restauración.
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