La Casa Azul, golpeada por la cancelación de la cumbre de Trump y Kim

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No habrá definitivamente una cumbre de Donald Trump con Kim Jong-un. Aunque el presidente de los Estados Unidos no ha querido cerrar la puerta de que pueda existir ese encuentro, pesar sobre todo en Seúl al interrumpirse de repente las expectativas entre Corea del Norte y Corea del Sur



"Estaba muy interesado en estar allí con usted. Tristemente, basado en el enfado tremendo y la hostilidad abierta reflejada en su comunicado reciente, siento que es inapropiado, en este momento, celebrar este encuentro largamente planeado”, escribió Donald Trump en una carta a Kim Jong-un.

Ninguna sorpresa para Corea del Sur pero sí desolación. Se había abierto una senda firme de diálogo y expectativas- Donald Trump tuvo miedo de avanzar. Le derrotaron sus propios halcones y la falta de contrapesos en su Administración. Su mandato es por impulsos, una montaña rusa en la que todos chillan y luego ríen. Sin peso del Departamento de Estado y con decisiones alocadas en todas las direcciones.

En el peor de los escenarios, Estados Unidos mantiene sus sanciones a Corea del Norte y amenaza con intervenir militarmente. 

Todo se precipitó por la falta de contención en Washington. Mike Pence, sin prudencia, exacerbó la tesis libia. Aseguró que sin Kim no cedía acabaría como Gadafi. En 2003, la presión internacional obligó a Libia a desmantelar su programa nuclear. Oho años después, Muamar el Gadafi fue depuesto y asesinado tras revueltas apoyadas militarmente por Occidente.

En Seúl, Moon Jae-in convocó una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Azul. "Estamos intentando determinar cuál es la intención del presidente Trump y qué es exactamente lo que quiere decir", dijo Kim Eui-kyeom, el portavoz de la Casa Azul, la sede de la Presidencia de Corea del Sur.

En el balance menos negativo, Corea del Norte y Corea del Sur han empezado a recorrer un camino juntos. China y Corea del Norte retomaron su relación directa. Y Xi Jinping tiene las nuevas llaves de la estabilidad en la Península de Corea.
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