La crisis de suministros amenaza por llevarse por delante las compras del Black Friday y Navidad. (Foto: Freepik)

El Black Friday en peligro por la crisis de suministros

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Se sienten los coletazos de la pandemia y Halloween, el Black Friday y hasta Navidad se tambalean por escasez de suministros.

Los vendedores y los consumidores están preocupados: el Black Friday, que este año cae el 26 de noviembre, corre peligro de no poder cumplir con su premisa básica: descuentos, ofertas y precios espectaculares en numerosas tiendas.

Esto se debe no solo a la crisis de la pandemia, sino también a la escasez de ciertos componentes, como los microchips, y problemas relacionados con la logística (puertos atascados o cerrados).

Todas las tiendas han querido prepararse, pero la crisis ha durado más de lo esperado, y ha tomado otros rumbos.

El transporte marítimo

El transporte marítimo tradicionalmente tiene los fletes más baratos. Casi todos los productos que llegan a Europa procedentes de Asia lo hacen por mar. Pero con el coronavirus el precio de un contenedor se disparó: en 2019, en un barco un contenedor no llegaba a los 2.000 $. En 2021 supera los 10.000.

A esto se suma que frente al impulso del consumo este año, la cantidad de barcos es insuficiente, y los tiempos de espera para recibir lo que se ha comprado aumentaron exponencialmente.

Si en 2019 el rango de puntualidad de las mercancías rondaba el 80 %, en 2021 apenas llega al 30 %. Lo que significa que quien compre algo ahora se arriesga a recibir el producto incluso después de Navidad.

Existen otros medios, como el aéreo, pero los costes son muy elevados, y seguramente influirían en los precios que tendrá que pagar el consumidor final.

Escasez de microchips

Es increíble que la escasez de microchips retarde la fabricación de innumerables productos, desde móviles, ordenadores, tabletas, hasta televisores, electrodomésticos, juguetes, consolas de videojuegos y coches.

Esto significa un verdadero atasco en la cadena no solo de suministros, sino de fabricación. Apple, por ejemplo, ya comunicó que dejará de fabricar 10 millones de su nuevo iPhone 13 debido a la crisis de los microchips.

Otro sector muy afectado por esto es el automotriz. De hecho, en septiembre de 2021, según datos de Urban Science, la venta de coches se retrajo un 28,2 % en comparación con el mismo periodo de 2019.

Los chips están involucrados en el asunto, pues la falta de estos componentes retrasó la entrega de coches nuevos hasta 6 meses, cuando antes se tardaba entre uno y tres meses.

A todo esto se suma que el coste de las materias primas se ha disparado también. El sector textil nacional, por ejemplo, que depende en buena medida de importaciones chinas, se ha visto afectado.

La razón es sencilla y demoledora: los puertos colapsados del gigante asiático. Con la pandemia, China perdió importantes contratos para vender cereales y granos, pero además impuso restricciones durísimas en sus puertos, donde si se detectaba un positivo de covid-19, se cerraba todo el lugar.

Por otro lado, las mismas restricciones frente al coronavirus han hecho que aquellos buques de mercancías que sí zarpan, se queden atascados en los puertos de destino, esperando por lo menos el doble del tiempo normal para descargar.

De modo que no solo el Black Friday o Halloween están en peligro, los regalos de Navidad también. Y los más pesimistas vaticinan que será necesario todo 2022 para superar esta crisis mundial.
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