Banco de España empeora la previsión del PIB por la fragmentación política

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El Banco de España rebajó una décima, hasta el 2,6%, su previsión de crecimiento económico para este año ante el empeoramiento de las perspectivas de los mercados exteriores y el encarecimiento del petróleo. Por estos mismos factores, el Banco de España también bajó sus previsiones para 2019 -al 2,2 %, dos décimas menos- y 2020 -al 2 %, una décima menos-, según detalla en sus proyecciones macroeconómicas para el periodo 2018-2020.

"No son buenas noticias", comentó Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del Banco de España. De acuerdo con las nuevas proyecciones de la entidad, la economía española seguirá con la actual fase de crecimiento, y aunque de momento no se espera "nada parecido con un parón de la economía", el efecto de lo que está ocurriendo en el entorno exterior, concretamente los problemas que están registrando los países emergentes y la incertidumbre que hay por el aumento del proteccionismo, están afectando poco a poco al PIB.

El crecimiento económico de este año procederá exclusivamente de la aportación de la demanda nacional (2,7 puntos, dos décimas más que en la estimación de junio), ya que la demanda exterior restará una décima (cuando en junio se estimaba que contribuiría con dos).

El Banco de España revisó al alza tanto su previsión de consumo privado, que crecerá un 2,6%, como de inversión, que repuntará un 5,1% (en junio estimaba un 4,2%), impulsada tanto por la destinada a bienes de equipo (5,1%) como por la de construcción (5,5%).

El crecimiento económico será intensivo en creación de empleo, según las proyecciones, lo que permitirá situar la tasa de paro por debajo del 12% a finales de 2020. En concreto, el Banco prevé que el empleo aumente un 2,4% este año, un 1,9% el próximo y un 1,7% en 2020, lo que situaría la tasa de paro en el 14,6%, el 13,2% y el 1,7% al cierre de 2018, 2019 y 2020, respectivamente.

En lo que respecta a la inflación, espera que el índice armonizado de los precios de consumo (IAPC) se desacelere en los próximos trimestres, en línea con el precio del petróleo, para situar el crecimiento medio de este año en el 1,8% (dos décimas menos que en su anterior previsión), el 1,7% en 2019 y el 1,5 % en 2020.

En cambio, la inflación subyacente repuntará de manera progresiva a medida que lo hagan los costes laborales unitarios. Las proyecciones actuales de inflación "representan una cierta revisión a la baja", explicaron, principalmente por la evolución de determinados componentes como los servicios.

Las previsiones del Banco de España se sitúan por debajo de las del Gobierno, que espera un crecimiento económico del 2,7% este año, el 2,4% en 2019 y el 2,2% en 2020. Las proyecciones detallan que la fase de crecimiento económico continúa, reforzada por el restablecimiento de los equilibrios macrofinancieros, aunque de manera más moderada ante la normalización de la política monetaria y la contención del consumo privado a medida que deje de caer la tasa de ahorro.

 
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