El Banco de España alerta del riesgo de impago de las empresas españolas. (Foto: Wikimedia)

La banca española acumula 93.000 millones en créditos por riesgo de impago

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El Banco de España hizo público el Informe de Estabilidad Financiera de otoño 2021 y alerta riesgo de impago de créditos que suman 93.000 millones.

El jueves 4 de noviembre Pablo Hernández de Cos, el gobernador del Banco de España, expuso la preocupación de la banca por la situación macrofinanciera de la economía española, resaltando que si bien ha mejorado, se muestran algunas vulnerabilidades y hay riesgos.

Se teme que si la recuperación de la actividad económica es más lenta de lo que se espera, o los costes de financiación aumentan, podría causar un incremento del crédito dudoso en empresas y hogares más vulnerables.

Si bien la banca española ha logrado sortear la crisis sanitaria del coronavirus sin que haya un aumento de la morosidad, alerta de un posible cambio debido a la debilidad de ciertos sectores –los más afectados por la crisis–.

Son 93.000 millones de euros los que en junio las entidades financieras españolas tenían en vigilancia especial, es decir, que demuestran una probabilidad mayor de que se conviertan en morosos.

58.000 millones de esos 93 son préstamos a empresas afectadas por la crisis, y 35.000 son créditos concedidos a familias, según el Informe.

Sectores con mayor vulnerabilidad

Los sectores donde la recuperación ha sido incompleta luego de la pandemia son, según Hernández de Cos, “hostelería, transporte y fabricación de automóviles”, ya que estos “han acumulado los mayores incrementos de deuda bancaria y también del crédito dudoso”.

Asimismo, continúa, “estos sectores concentran los mayores deterioros latentes de la cartera de préstamos bancarios”, concluyendo que “hay que seguir manteniendo una estrecha vigilancia del sistema financiero, ya que las vulnerabilidades se mantienen elevadas”.

Además, señala que aquellos hogares asociados al empleo en los sectores más afectados, y los que gozan de menor renta se han visto menos beneficiados por la recuperación, y por tanto son más vulnerables.

Por otra parte, advierte que entre aquellas vulnerabilidades que podrían afectar a la banca está “una posible subida acelerada de los tipos de interés que incrementaría el precio de la deuda”, disminuyendo así la rentabilidad de las carteras.

En otras palabras, una situación con tipos más altos debidos a la inflación alejaría a los inversores de la Bolsa, lo que significaría una caída del valor las empresas cotizadas y de los activos financieros.

El Informe señala que si bien la rentabilidad bancaria se recuperó hasta niveles prepandemia, la misma era reducida comparándola con otros sectores, y los más afectados por la crisis aún se ubican por debajo de los niveles de 2019.

Sector inmobiliario

Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución, alertó de una baja en los márgenes en las hipotecas a tipo fijo, un fenómeno reciente que se está analizando, aunque por los momentos no hay señales de alarma.

Afirmó que “el precio de la vivienda crece a un promedio del 3 %, una tasa moderada en relación con la inflación, con más demanda de casas unifamiliares”, y aseveró que no había relajamiento en cuanto a la concesión de créditos relacionados con el valor de la vivienda ni con la renta del hipotecado.

Por otra parte, puso de relieve el ejemplo del Mar Menor, en la Región de Murcia, para verificar el efecto del cambio climático en los precios de las viviendas (y en consecuencia, en la garantía de las hipotecas).

El deterioro ambiental en el Mar Menor hizo que los precios se estancaran, en comparación con otras regiones, donde desde 2015 han experimentado un aumento del 40 %.
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