Arranque en Costa Salguero, con temblor, de la cumbre del G20
Todo sucedió. Un sismo de 3.8 grados, cerca de La Plata, sorprendió a la ciudad de Buenos Aires en el momento de arrancar la cumbre del G20 (el Grupo de los Veinte). El sismo se sintió en la capital federal y en el sur del gran Buenos Aires.
Arrancó una cumbre que no es fácil. Ese ambiente se respiró en Costa Salguero, el centro de convenciones situado en el barrio de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires, a orillas del Río de la Plata.
Esta cumbre anual del G20 tiene un telón de fondo muy especial. Se celebra en primer lugar bajo un foco de crisis, el incidente naval frente a Crimea. Ha reactivado la tensión entre Ucrania y Rusia.
Como segunda cuestión de fricción, la ofensiva comercial de Estados Unidos provoca hondo malestar en China y Europa. El marco de la cumbre ha servido al menos, en su arranque, para sellar el pacto comercial de Estados Unidos con Canadá y México.
Existe un conflicto también en la cuestión esencial del medio ambiente. Emmanuel Macron encabeza la firmeza de Europa frente a dudas, rechazos y críticas de Donald Trump. Por último, la presencia del príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán (MBS). Envuelto en la polémica tras el asesinato en Estambul del periodista Jamal Khashoggi.
Mauricio Macri agreció la presencia de los líderes mundiales y el apoyo a Argentina. En su discurso de Costa Salguero, destacó esta cumbre del G20 como "un hecho inédito en nuestro país".
"Nunca convergieron tantos líderes al mismo tiempo. Lo tomamos como un gesto de apoyo y reconocimiento a la presencia y desempeño que está teniendo la Argentina en el escenario global, sobre todo después de tantos años de aislamiento", señaló el presidente.
"Espero que en este día y medio de trabajo logremos crear las bases para los consensos de los próximos 10 años. Es una gran tarea que tenemos por delante", subrayó. "Han emergido tensiones entre nuestros países acerca de las visiones de cómo encarar los desafíos globales. Quiero pedirles que actuemos con el mismo sentido de urgencia como en el 2008", destacó.
"Tenemos que demostrarle al mundo que los desafíos globales requieren soluciones globales: el futuro del trabajo, del clima, no se pueden resolver solos, aprovechemos los mecanismos que tenemos a nuestro alcance. La solución es dialogar, dialogar y dialogar. Es la forma de empujar los límites de lo posible", fue el énfasis del presidente de Argentina.
"Asumimos la responsabilidad de presidir el G20 con la convicción de que podemos hacer un aporte a la cooperación internacional, al multilateralismo y la gobernanza. En un mundo diverso, la esencia del G20 es promover al diálogo que respete las diferencias e impulse acciones basadas en intereses compartidos", sentenció Mauricio Macri.
Arrancó una cumbre que no es fácil. Ese ambiente se respiró en Costa Salguero, el centro de convenciones situado en el barrio de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires, a orillas del Río de la Plata.
Esta cumbre anual del G20 tiene un telón de fondo muy especial. Se celebra en primer lugar bajo un foco de crisis, el incidente naval frente a Crimea. Ha reactivado la tensión entre Ucrania y Rusia.
Como segunda cuestión de fricción, la ofensiva comercial de Estados Unidos provoca hondo malestar en China y Europa. El marco de la cumbre ha servido al menos, en su arranque, para sellar el pacto comercial de Estados Unidos con Canadá y México.
Existe un conflicto también en la cuestión esencial del medio ambiente. Emmanuel Macron encabeza la firmeza de Europa frente a dudas, rechazos y críticas de Donald Trump. Por último, la presencia del príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán (MBS). Envuelto en la polémica tras el asesinato en Estambul del periodista Jamal Khashoggi.
Mauricio Macri agreció la presencia de los líderes mundiales y el apoyo a Argentina. En su discurso de Costa Salguero, destacó esta cumbre del G20 como "un hecho inédito en nuestro país".
"Nunca convergieron tantos líderes al mismo tiempo. Lo tomamos como un gesto de apoyo y reconocimiento a la presencia y desempeño que está teniendo la Argentina en el escenario global, sobre todo después de tantos años de aislamiento", señaló el presidente.
"Espero que en este día y medio de trabajo logremos crear las bases para los consensos de los próximos 10 años. Es una gran tarea que tenemos por delante", subrayó. "Han emergido tensiones entre nuestros países acerca de las visiones de cómo encarar los desafíos globales. Quiero pedirles que actuemos con el mismo sentido de urgencia como en el 2008", destacó.
"Tenemos que demostrarle al mundo que los desafíos globales requieren soluciones globales: el futuro del trabajo, del clima, no se pueden resolver solos, aprovechemos los mecanismos que tenemos a nuestro alcance. La solución es dialogar, dialogar y dialogar. Es la forma de empujar los límites de lo posible", fue el énfasis del presidente de Argentina.
"Asumimos la responsabilidad de presidir el G20 con la convicción de que podemos hacer un aporte a la cooperación internacional, al multilateralismo y la gobernanza. En un mundo diverso, la esencia del G20 es promover al diálogo que respete las diferencias e impulse acciones basadas en intereses compartidos", sentenció Mauricio Macri.
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