António Guterres llama al cese inmediato de combates en Libia
Gran tensión en Libia donde los combates en torno Trípoli han dejado desplazadas a unas tres mil personas, según Naciones Unidas, mientras la cifra de muertos supera ya los 50, incluyendo a combatientes y civiles. El secretario general de la ONU, António Guterres ha condenado este martes la escalada militar en las cercanías de la capital e hizo un llamamiento al cese inmediato de los combates.
La petición es consecuencia del ataque aéreo perpetrado por parte del Ejército Nacional Libio (LNA), dirigido por Jalifa Haftar, en el aeropuerto de Mitiga, al este de Trípoli.
El ataque aéreo ha tenido como consecuencia el cierre del único aeropuerto en funcionamiento de Trípoli. Los combates se han extendido además por la capital y miles de personas han emprendido la huida.
Jalifa Haftar, exgeneral de Gadafi, lanzó la ofensiva en Trípoli la semana pasada justo cuando António Guterres se encontraba en Libia para impulsar un acuerdo político sobre la celebración de elecciones. Un gobierno de unidad, respaldado por la ONU, controla la capital, pero su autoridad no está reconocida por el gobierno paralelo en el este del país.
A medida que la lucha se intensificaba durante el fin de semana, Naciones Unidas pidió sin éxito una tregua humanitaria para permitir que los civiles atrapados pudieran escapar. Los enfrentamientos amenazan con afectar a los suministros petroleros, además de desatar una mayor migración hacia Europa y desactivar los planes de Naciones Unidas para poner fin a las rivalidades entre las dos administraciones paralelas del extenso país situado entre Argelia y Túnez por el oeste y Egipto en el este.
El LNA de Jalifa Haftar tomó el sur de Libia, rico en petróleo, a principios de este año. Avanzó en poco tiempo por regiones desérticas hacia la capital. Ahora se ha propuesto tomar Trípoli, un reto mayor.
La conferencia propuesta por la ONU y que debería de celebrarse entre el 14 y 16 de abril para organizar las elecciones pende de un hilo. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea han exigido el cese inmediato de la ofensiva de Haftar y de la "escalada militar que pueda conducir a una guerra civil”.
La petición es consecuencia del ataque aéreo perpetrado por parte del Ejército Nacional Libio (LNA), dirigido por Jalifa Haftar, en el aeropuerto de Mitiga, al este de Trípoli.
El ataque aéreo ha tenido como consecuencia el cierre del único aeropuerto en funcionamiento de Trípoli. Los combates se han extendido además por la capital y miles de personas han emprendido la huida.
Jalifa Haftar, exgeneral de Gadafi, lanzó la ofensiva en Trípoli la semana pasada justo cuando António Guterres se encontraba en Libia para impulsar un acuerdo político sobre la celebración de elecciones. Un gobierno de unidad, respaldado por la ONU, controla la capital, pero su autoridad no está reconocida por el gobierno paralelo en el este del país.
A medida que la lucha se intensificaba durante el fin de semana, Naciones Unidas pidió sin éxito una tregua humanitaria para permitir que los civiles atrapados pudieran escapar. Los enfrentamientos amenazan con afectar a los suministros petroleros, además de desatar una mayor migración hacia Europa y desactivar los planes de Naciones Unidas para poner fin a las rivalidades entre las dos administraciones paralelas del extenso país situado entre Argelia y Túnez por el oeste y Egipto en el este.
El LNA de Jalifa Haftar tomó el sur de Libia, rico en petróleo, a principios de este año. Avanzó en poco tiempo por regiones desérticas hacia la capital. Ahora se ha propuesto tomar Trípoli, un reto mayor.
La conferencia propuesta por la ONU y que debería de celebrarse entre el 14 y 16 de abril para organizar las elecciones pende de un hilo. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea han exigido el cese inmediato de la ofensiva de Haftar y de la "escalada militar que pueda conducir a una guerra civil”.
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