Aaron Schlossberg, el abogado racista que indignó a Nueva York
Todo comenzó cuando escuchó a dos empleados hablando en español en un local de Nueva York. Les insultó y amenazó con llamar a la policía. Pero fue filmado. Perdió su puesto de trabajo. Hay además una petición oficial para inhabilitarle como abogado.
La ira del abogado Aaron Schlossberg, de 44 años, se desató en el restaurante Fresh Kitchen de Madison Avenue. Una clienta filmó sus gritos e improperios. El video tuvo rápidamente 1,5 millones de reproducciones. Se produjo una avalancha de protestas en las redes sociales.
En Nueva York, con 8,5 millones de habitantes y una de las ciudades más diversas del mundo, un 27,5% de la población es latina. El español se escucha continuamente en la calle y en los negocios.
Los líderes latinos reaccionaron con prontitud. El congresista estadounidense Adriano Espaillat y el presidente del distrito del Bronx Ruben Díaz Jr., el primero nacido en República Dominicana y el segundo de origen puertorriqueño, presentaron una queja por su conducta racista. Por lo pronto perdió su puesto de trabajo en el centro de negocios Corporate Suites de la avenida Madison.
En el vídeo, de casi un minuto, Schlossberger se enfurece al escuchar a dos empleados hablar en español. Perdió los papeles y comenzó a gritar con un encargado:
- "Su personal está hablando español a los clientes cuando deberían hablar inglés (...) ¡Esto es Estados Unidos! (...) ¡Yo pago su seguridad social, yo pago para que puedan estar aquí! Lo menos que pueden hacer es hablar inglés".
- "Mi apuesta es que no tienen documentos. Así que mi próxima llamada es a ICE (policía migratoria) para que cada uno de ellos sea echado de mi país".
La alcaldía de Nueva York, ante este episodio, ha admitido que desde el triunfo de Donald Trump en 2016 las denuncias de crímenes de odio o episodios de discriminación por raza, religión, orientación sexual han subido notablemente.
La ira del abogado Aaron Schlossberg, de 44 años, se desató en el restaurante Fresh Kitchen de Madison Avenue. Una clienta filmó sus gritos e improperios. El video tuvo rápidamente 1,5 millones de reproducciones. Se produjo una avalancha de protestas en las redes sociales.
En Nueva York, con 8,5 millones de habitantes y una de las ciudades más diversas del mundo, un 27,5% de la población es latina. El español se escucha continuamente en la calle y en los negocios.
Los líderes latinos reaccionaron con prontitud. El congresista estadounidense Adriano Espaillat y el presidente del distrito del Bronx Ruben Díaz Jr., el primero nacido en República Dominicana y el segundo de origen puertorriqueño, presentaron una queja por su conducta racista. Por lo pronto perdió su puesto de trabajo en el centro de negocios Corporate Suites de la avenida Madison.
En el vídeo, de casi un minuto, Schlossberger se enfurece al escuchar a dos empleados hablar en español. Perdió los papeles y comenzó a gritar con un encargado:
- "Su personal está hablando español a los clientes cuando deberían hablar inglés (...) ¡Esto es Estados Unidos! (...) ¡Yo pago su seguridad social, yo pago para que puedan estar aquí! Lo menos que pueden hacer es hablar inglés".
- "Mi apuesta es que no tienen documentos. Así que mi próxima llamada es a ICE (policía migratoria) para que cada uno de ellos sea echado de mi país".
La alcaldía de Nueva York, ante este episodio, ha admitido que desde el triunfo de Donald Trump en 2016 las denuncias de crímenes de odio o episodios de discriminación por raza, religión, orientación sexual han subido notablemente.
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